Küng, Ser Cristiano, notas I

El cristianismo es una religión, dicen algunos. Otros, bajo el influjo de Barth (incluso aunque ellos no lo sepan) lo niegan. Unos más afirman que el cristianismo es un humanismo, y un grupo más afirma que no es más que opio de los pueblos. Hans Küng nos dice que es una decisión. Más precisamente, que Dios es una decisión racional, necesaria y eficiente del ser humano conciente frente a una realidad que, sin Dios, carece de sentido.

Küng sigue el ejemplo de Pablo a los Romanos (¿quién no?) y empieza su Ser Cristiano negando toda posibilidad de salvación en este mundo. Claro, nos dice, no se trata de satanizar el más acá. Es tomar al toro por los cuernos y afirmar lo siguiente: ni la revolución, ni la técnica, ni la nostalgia, ni los reformadores han podido sacar al hombre del vacío existencial que irremediablemente trae una sociedad moderna y, acaso, la misma condición humana: “los reformadores liberales y los desengañados revolucionarios se dan cita ante la tumba de sus esperanzas”, escribe el teólogo suizo.

Entonces, como Marcuse, como Habermas, como Camus, ¿estamos condenados a esperar el fin de la historia, que no es esa que pensó Fukuyama? El “regreso al hombre” no es más que el reconocimiento de una realidad que, por lo demás, no ha ido más que volviéndose más compleja. Demasiadas guerras, millones de seres vivos asesinados por el ser humano, muertes y sufrimiento en nombre de dioses (cristianos, humanos y de todo tipo) nos hacen concluir que el ser humano ha podido pero no ha querido salvarse. ¿Puede salvarse? Küng responde: puede decidir darle un sentido fundamental y mayor a este sinsentido que es la realidad sin Dios.
Y es que sin Dios, el hombre no podría responder a las tres grandes preguntas que, según Kant, son el motivo de la razón humana: ¿qué puedo hacer? (pregunta por la verdad), ¿qué debo hacer? (pregunta por la norma) y ¿qué me cabe esperar? (pregunta por el sentido). Para Kant, Dios es un postulado. Para Küng es la base sobre la que gira todo el mundo fáctico. Pero a ese Dios sólo se le puede conocer en la práctica. No hay comprobación para negar o para afirmar a Dios. La razón humana no da para eso. Y, en un salto un tanto extraño, Küng nos propone que la única “prueba” de Dios es la experiencia de aquel que ha dicho sí a Dios. No es un “sí” a medias o hecho a las carreras: es un sí que presupone un hombre libre y que, por lo tanto, libera al hombre. El sí a Dios no es un sí ciego a la religión. Sólo cuando uno decide lanzarse al vacío o al mar (metafísico), sólo entonces uno puede “comprobar” a Dios. Los ateos, dice Küng, deben reconocer que su sistema racional tiene un punto ciego: no hay un sentido, una verdad, una norma última. Así, incluso cuando vivan “bien” en el más acá, la muerte, que corrompe todo, terminará por destuir su sentido. Esto es algo que los ateos, agnósticos o nihilistas, deben reconocer.

8 Comentarios

  1. En buena hora los temas de la ética y la moral han emergido gracias a los interrogantes que este gran hombre formula. Aunque desde 1.984 Hans Kung viene pregonando el entierro definitivo de nuestros valores y principios si no hacemos algo al respecto, 27 años después, estamos reconociendo, ya con el agua en el cuello, que que nos ahogamos en ríos de sangre, en la barbarie, la corrupción, el consumismo, la competencia, la contaminación, la drogadicción, etc, etc. Es esperanzador para mí apreciar la gran acogida mundial que las afirmaciones de Hans están teniendo eco, esto demuestra que la humanidad tiene una esperanza.

  2. M.Estanga dice:

    No acabo de comprender el comentario de Betancurt ¿Es critica negativa o positiva?. Quizas la falta de puntos esclamativos me lleva al desconcierto en los primeros parrafos.
    Gracias por la segunda parte. Es reconfortante, pero parece que usted llega a conclusiones algo tardiamente, ya en La Biblia tenemos referencias de situaciones identicas a las actuales.

  3. Carlos Alberto Vasquez dice:

    Es evidente que el hombre siempre se movió entre la contigencia y la trascendencia. Ambas angustias lo moldearon. En las sociedades urbanas modernas, las penas del diario subsistir las ha acallado. Pero nuestra desazón es cada vez mayor, los logros tecnológicos, sin renegar de ellos, no nos satisfacen; nos movemos cada día hacia una angustia mayor. Algo nos falta en la vida, eso que nos falta es el sentido religioso profundo. Sin embargo, es muy difícil recuperarlo, porque no se trata de un acto de voluntad, hay algo más detrás, que no alcanzo a vislumbrar.

  4. German dice:

    Cuanto me gusta …»una decision frente a una realidad que sin Dios no tendría sentido». No, no es una necesidad para justificar nada; No es una «fe» por «decreto Ley»; es una decisión totalmente rezonada, es el ejercicio de la responsabilidad y por tanto de la libertad. No soy un erudito ni quiero sentar cátedra de nada. Veo esta frase y digo: «eso es lo que yo pensaba, es lo que me rondaba por la cabeza y llega Kün y de la forma más sencilla del mundo te lo razona.
    La Iglesia Católica de la que yo soy miembro paracticante, lo «desautoriza» para ser teólogo católico», pues bien, yo desde que leo a Küng me siento más humilde y más cristiano. Desde Luego poco se parece «al Santo Oficio» y a sus dirigentes».

  5. González Terán Jesús Abel dice:

    El pensamiento de H. Kung valoro sus aportes teológicos y sobre todo de formación en la fe. Lástima que, exista pensamiento mezquino y retrogada del aparato religioso y quieran tapar la luz que ha venido al mundo, para justificar sus fechorias que en vez de ser esa luz de salvación, como Jesucristo la enseña y la vuelven en una «fe» sean ideologias manipuladoras ahogadas en el poder. Y que sólo estropean la volutad de Dios. El ser Cristiano me ha transformado en mi vida, cuando estudie teología me llamo la atención y que me censuraron si deseaba ser presbitero; aunque si lo fui, ahora me llena más ese seguimiento y no una institución. Ahora soy más libre y un seguidor de la Verdad, del Camino y la Vida. Ojalá pueda encontrar esa obra que, es mas que palabras, más q ue un escrito y es na luz en la vida misma del que es cristiano

  6. Edwin dice:

    La crisis de la Iglesia Católica Romana, que es evidente, tiene en Hans Kung un profeta en el verdadero sentido biblico de la palabra. Concuerdo con él en la necesidad de realizar con la prontitud que la prudencia recomienda un Concilio que defina el camino de la Iglesia en los próximos siglos, para evitar que una «reforma» (cisma, como el de Lutero) se repita. No olvidemos que esa reforma del siglo XVI fue – más que una ruptura teológica – una reacción contra la Roma corrupta de los Borgia. Por no haber sido una custión teológica sino una disputa del poder del VAticano, es más fácil reconciliarse con los protestantes de todas las sectas que se han derivado de ellos, losortodozos y los anglicanos. La Iglesia de Ratzinger está dificultando esa unión por el temos a perder el poder. Hoy, parece que el VAticano prefiere tener súbditos que fieles, porque la fe no se impone como ley en el mundo seglar.

  7. Alvaro orozco carballo dice:

    QUE TRISTE ES QUE ATAQUEN A RATZINGER_BENEDICTO XVI SIN LEERLO. EN SUS ENCICLICAS Y REPORTAJWES AUTOBIOGRAFICOS PROCLAMA UNA NUEVA IGLESIA Y UN NUEVO MUNDO DESDE LA TEOLOGIA DE RAHNER Y DEMAS TEOLOGOS= PADRES CONCILIARES Y ALIENTA A SU RECEPCION POR LAS CULTURAS DEL TERCER MUNDO: T:L:L: Y DEMAS. MIENTRAS NO LO SECUNDEIS NO LE QUEDA MAS QUE APOYARSE EN LOS CURIALISTAS Y TEOLOGOS DE TIPO OPUS.

  8. Edwin Masseur dice:

    Las recientes declaraciones de SS en Frankfurt, en el sentido que él no admite el «aggiornamiento» de la Iglesia se explican no sólo por su actitud conservadora, sino porque a su edad ya no tiene las energías que se requiere para encabezar un movimiento de tal envergadura, que demandará tiempo y enfrentará oposición de muchos.
    Confiemos que el próximo Papa asuma la tarea, reduzca la burocracia vaticana, recupere los valores cristianos y encamine a los fieles por el sendero de los apóstoles y de los creadores del cristianismo.

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