Se les invita a destruir la promesa del Maligno, capaz de vestirse de ángel
Llegó la hora de los exorcistas
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=529603&sec=7
Medio millar de fieles se prepara para enfrentar casos de posesión diabólica.
Laicos y clérigos esperaban expectantes las palabras de los expertos. Foto: Víctor Cruz
17-Julio-07
Destruir la promesa del Maligno, quien nos quita la tranquilidad del alma y la seguridad en Dios y estar «abusados» porque el otro también se viste de ángel, fue el mensaje que recibieron los asistentes al acto inaugural del III Congreso Nacional de Exorcistas.
Cerca de 500 personas, entre sacerdotes y laicos, se dieron cita en las instalaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano con el fin de prepararse para enfrentar cualquier caso de influencia de posesión demoniaca.
Durante una semana escucharan de los expertos los criterios prácticos para combatir todo tipo de supersticiones y cómo superar las confusiones que llegan a tener las personas que recurren a la brujería.
Ofició la misa inaugural el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Marcelino Hernández, quien en la homilía dijo aludiendo a Satanás: «Algunos no queremos saber nada, pero lo invocamos, lo buscamos, nos reponemos, queremos que nos adivinen, queremos que nos hagan limpias, pero además del dinero, nos quitan la tranquilidad del alma y la seguridad en Dios y después, ya que lo invocamos, ni lo buscamos, pero nosotros ya abrimos le puerta».
Felizmente, agregó, los expertos «nos podrán decir de qué viene disfrazado, porque lo sacamos de una puerta y entra por la otra. Es emocionante para el demonio jugar con nosotros».
Recordó que sólo hay que tener una camiseta bien puesta, e instó a que no «nos pongamos otra ni un ratito, porque con un ratito tiene». Por eso, llamó a los apóstoles de la liberación a mantenerse firmes «para decirle a sus hermanos: ‘No te creas, no es cierto eso,’ porque el Otro aprovecha cualquier oportunidad».
Procedentes de las diócesis del país, los asistentes tendrán la oportunidad de escuchar a los principales representantes sobre el tema de exorcismo de Roma y de México durante cinco días.
Ayer inició la sesión con el presbítero Francesco Bamonte, especialista en indicadores de presencia satánica, con la exposición «La caída de los ángeles rebeldes», en la que analizó el pecado de los ángeles según la Sagrada Escritura. Advirtió que no se debe descuidar nunca la lucha contra Satánas.
Bamonte, italiano, de la Congregación del Sagrado Corazón Inmaculado de María, también ofrecerá una conferencia sobre cómo manejar el ritual del exorcismo.
Giancarlo Gramolazzo, presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas e integrante de la congregación de Don Orione, tendrá a su cargo la ponencia sobre el ministerio del exorcista, qué se puede hacer y qué no se debe hacer.
Otro invitado especial, con varias ponencias, es Gabrielle Nanni, italiano de 46 años de edad y autor del libro El exorcismo, de Editorial Vaticana, que clasifica los tipos y las técnicas de exorcismo.
Francois Marie Dermine, canadiense, doctor en teología, expondrá la fenomenología ordinaria y extraordinaria del demonio. La primacía de los medios espirituales sobre los psicológicos. Y ofrecerá recomendaciones pastorales para los sacerdotes.
Los sacerdotes mexicanos que participan son Enrique Maldonado, ex encargado de los exorcistas en la Arquidiócesis de México, psicólogo, quien expondrá desarrollo natural de la personalidad, traumas y trastornos, psicopatologías que se presentan en el desarrollo humano, y Francisco López Sedano, quien coordinará la mesa que presentará un caso y a la que asistirán médicos, psicólogos y psiquiatras.
El sacerdote Pedro Mendoza Pantoja, coordinador general de exorcistas de la Arquidiócesis de México, previo al acto comentó que se registran diversos casos de personas que se creen poseídas por el demonio, pero la mayoría se encuentran confundidos porque son supersticiosos o han recurrido a la brujería, al perder la fe.
El congreso se realiza a puerta cerrada; no se invitó a participar a todos los fieles. Un laico, para registrarse, requería una carta de algún cura que lo recomendara como algún fiel cercano a la Pastoral de la Liberación.
Contra el Diablo
La Arquidiócesis de México cuenta con siete exorcistas nombrados por el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Cada año el congreso de exorcistas cambiará: el ciclo será nacional, regional e internacional.
El exorcismo tiene como punto de partida la fe de la Iglesia, según la cual existen Satanás y los otros espíritus malignos, y que su actividad consiste en alejar a los hombres del camino de la salvación.
Lago de Guadalupe, Cuautitlán Izcalli/Eugenia Jiménez
III Congreso Nacional de Exorcismo duro contra el diablo
Por: Daniel Blancas Madrigal | Nacional Domingo 15 de Julio de 2007 | Hora de publicación: 01:00
Foto: Daniel Duarte
(Primera de dos partes)
«¡Con la autoridad que me confiere la Santa Iglesia Católica te ordeno que salgas, Satanás!»…
Elena no recuerda haber escuchado esta frase. De repente, cuenta, vio a un sacerdote frente a ella con un cristo en la mano derecha y comenzó a sentir paz y un sueño irresistible.
-Ya pasó hija, ya pasó, Dios te bendice…
Era la voz del sacerdote Francisco López Sedano, quien entonces predicaba en Puebla y quien llegó a ser coordinador de exorcistas de la Arquidiócesis de México. López será, junto a otros catedráticos y religiosos extranjeros, exponente en el III Congreso Nacional de Exorcismo, a partir de mañana y hasta el 20 de julio en la sede de la Conferencia Episcopal Mexicana.
Lo ocurrido antes de aquella frase, clave en los rituales de exorcismo, sigue siendo una incógnita para Elena, quien sin embargo acepta que llegó a ser poseída por un demonio. «Es que allá en Veracruz, cuando yo era muy chiquita, mis padres me ofrecieron al diablo en un ritual de brujería».
Y dice el padre López: «Cuando los padres ofrecen a sus hijos niegan el bautismo y le dan permiso de entrada a Satán, que es como un perro rabioso pero amarrado: no te ataca si no te metes en su territorio».
De la historia de Elena y su exorcismo fue testigo, por casualidad, Alejandra Aguilar Ros, doctora en Antropología por la Universidad de Manchester y actual integrante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), cuya línea de estudio es Historia de la Religión.
«Esta mujer (Elena) era compañera de una amiga de la Universidad, de repente se disociaba, comenzaba a expulsar saliva y a hablar en lenguas. Una de esas veces mi amiga me pidió que la ayudáramos, yo conocía al padre López y le compartí el caso. Recuerdo que la subimos al coche, llegó a la capilla con la pupila dilatada, rabiosa, jadeando, le decía cosas muy feas a mi amiga, groserías, cosas íntimas que no tenía por qué saber y decir de esa manera»…
-Voy a exorcizarla -anunció el padre López-. Necesito ayuda.
«A mi amiga le dio miedo -prosigue el relato de la antropóloga- y entonces yo acepté participar. Durante el ritual ella gemía, gritaba cosas ininteligibles, insultaba a Dios y escupía al sacerdote, quien luchaba con oraciones y agua bendita. Fue una experiencia impactante. Me asombró la fortaleza y seguridad del padre, sentí en el tono de sus palabras la autoridad milenaria de la Iglesia. Cuando él le ordenó a Satanás salir y bendijo a la muchacha, a ella le empezó a bajar la respiración y volvió milagrosamente a la normalidad».
La metralleta. El exorcismo en la religión católica es una práctica que ha venido resurgiendo a nivel nacional y mundial en las últimas décadas, asegura el padre Pedro Mendoza Pantoja, quien oficia en la parroquia principal de la delegación Cuajimalpa y quien tras la gestión de López Sedano fue nombrado -año 2000- coordinador de exorcistas de la Arquidiócesis. Es el principal organizador del Congreso y será ahí el encargado de dirigir un exorcismo el día 20, en viernes, como él lo ha venido haciendo desde hace ya varios años en su capilla, donde los feligreses llegan «para deshacerse de sus demonios o a veces pidiendo a gritos que les saquen un diablo que no tienen».
El exorcismo de viernes es el acto cumbre de la reunión, en el que médicos, psicólogos y religiosos tendrán que hacer un diagnóstico: posesión diabólica o enfermedad. «No fue fácil conseguir a la persona, sobre todo porque la mayoría tiene miedo a que se descubra su identidad», dice.
-¿Quién ha sido el sacerdote mexicano más importante en la historia del exorcismo? -se le pregunta.
-Es mucha vanidad, pero desgraciadamente soy yo…
-¿Qué definición da la Iglesia al exorcismo?
-Es una oración en la que se manda imperativamente a Satanás que salga de una persona, una expulsión de demonios, algo que no es cotidiano y a lo que llamamos exorcismo mayor. Lo que más se da son influencias, presiones u obsesiones demoníacas, vienen a ser enfermedades psicológicas con influencia del demonio: la persona está enferma, pero no la cura un médico o un psicólogo, sino un sacerdote con una oración que provoca fe.
-¿Qué tipo de enfermedades?
-Dejar de caminar sin razón ni motivo, por ejemplo. Ahí está lo que les sucedió a las chicas de Villa de las Niñas en Chalco, un mal que solo puede tratarse con terapia de fe, a este le decimos exorcismo de liberación.
El exorcista señala que después de la Segunda Guerra Mundial arrancó un proceso en el que se privilegió el consumismo y se acentuó la desintegración familiar.
«Para los 60 se da una rebeldía contra todas las instituciones, viene el hipismo y hasta la Iglesia falla en su evangelización, se va perdiendo la fe. Hay una búsqueda de nuevas alternativas, lo mágico, lo esotérico, el hombre se hace crédulo de todo lo que le dicen; surge una nueva era de santería y curanderos charlatanes que prometen limpias, brujerías, que predicen el futuro y hacen amarres. En ese contexto se da la película del exorcismo, el boom de todas estas prácticas».
-¿El exorcismo católico ha venido entonces a competir con el ocultismo?
-La Iglesia está intentando retomar un ministerio que ya se creía innecesario, pero nos encontramos que por no haberlo practicado mucho tiempo, tenemos los elementos, pero no sabemos cómo usarlos, es como si a un soldado le dan una metralleta para defenderse en la guerra y no sabe cómo usarla.
Al menos durante la segunda mitad del siglo pasado «la lucha cuerpo a cuerpo con Satanás» desapareció en la Iglesia y los sacerdotes se limitaron a practicar el bautismo, considerado un exorcismo menor.
«Ha sido un instrumento del catolicismo desde los tiempos de Jesús. Hoy todavía se utilizan rituales de la edad media y hay un libro oficial que marca las pautas de batalla. El tema ha provocado enfrentamientos al interior de la Iglesia: en cada diócesis hay al menos un padre que se prepara para ser el exorcista oficial, pero también hay un ala muy fuerte que no cree en las posesiones diabólicas», dice la doctora Aguilar.
«El asunto se maneja con cautela, porque algunos jerarcas se niegan a reconocer el poder del demonio ante la gente, prefieren reducirlo a una creencia pagana. Para otros es un tema de todos los días, como en regiones ganaderas del estado de Chiapas», dice Carolina Rivera Farfán, otra antropóloga del Ciesas que se ha especializado en religión.
En México ha habido nombramientos oficiales de exorcistas en el Distrito Federal, Querétaro, Jalapa y Guadalajara. Aunque la Iglesia no tiene un número exacto de exorcistas mexicanos, más de 200 sacerdotes se registraron para el Congreso…
Los expositores
Giancarlo Gramolazzi
Italiano e integrante de la congregación de Don Orione. Es presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, organización que en 1990 fundó junto con el padre Gabriel Amorth, quien se opuso al nuevo ritual de exorcismo impuesto por la Iglesia en 1999 en el que se suprimió oraciones utilizadas durante 12 siglos. Ambos fueron discípulos del padre Cándido Amantini, considerado el rey de los exorcistas y quien está en vías de beatificación. Ofrecerá un resumen de las conclusiones de los congresos realizados en Roma.
François-Marie Dermine
Canadiense, doctor en teología y profesor de esta materia en Bologna, Italia. Es coeditor de la revista Religiones y Sectas en el Mundo. En 2002 publicó el libro Místicos, Visionarios y Mediums. Es especialista en cuestiones esotéricas y videntes. Durante el Congreso su tema será: Qué puede y qué no puede hacer el diablo; ofrecerá tips para discernir lo que es posible atribuirle al demonio, una demonología basada en el evangelio y en las ciencias modernas.
wFrancesco Bamonte
Italiano, fraile del Sagrado Corazón Inmaculado de María. Tiene doctorado en derecho canónico y exorcismo. Es autor del libro Los daños del espiritismo. Especialista en indicadores de presencia satánica: lenguas ininteligibles, niños que levantan muebles. Aunque dice que la levitación o el giro de cuello son cosas raras, asegura que él vio a un niño moverse como una serpiente a cinco centímetros del suelo. Prefiere el viejo ritual practicado en latín. Dará conferencias sobre cómo manejar el ritual exorcista.
Gabrielle Nanni
Italiano de 46 años, doctor en derecho canónico y exorcista de la diócesis de Modena. Escribió el libro El exorcismo, publicado por la Librería Editorial Vaticana y en el que se clasifican los tipos y las técnicas de exorcismo. Experto en temas litúrgicos. Abordará aspectos históricos como los exorcismos en el ritual romano en vigor hasta 1999 y aspectos normativos, al analizar el nuevo Ritual implantado a finales de 1999 y la segunda edición del 2004.
w Representantes mexicanos
Padre Enrique Maldonado, director de Caritas Arquidiócesis de México. Es psicólogo y durante mucho tiempo practicó el exorcismo. Hablará de la sicopatología y la distinción entre los enfermos y los endemoniados. También participará el padre Francisco López Sedano, quien fue coordinador de exorcistas a finales de los 90 y se enfocará a la descripción de los milagros de Jesús y al análisis de la parte bíblica.
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=312157
El regreso del exorcismo, intento del Papa de retomar tradiciones y recuperar fieles con «la lucha contra Satán», opinan especialistas
Por: Daniel Blancas Madrigal | Nacional Lunes 16 de Julio de 2007 | Hora de publicación: 10:09
Foto: Archivo
(Segunda y última parte)
De vuelta al exorcismo, habla la academia.
Alejandra Aguilar Ross, estudiosa de la religión e integrante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social: «Es un intento de la Iglesia católica por retomar el liderazgo espiritual que ha perdido, indica un viraje en la política vaticana. Benedicto XVI quiere retornar a las devociones más tradicionales. No es casualidad, se está regresando a la parte más conservada y derechista de la Iglesia, cuyo centro del discurso es: luchemos todos contra Satanás».
Carolina Rivera Farfán, antropóloga y especialista en historia religiosa: «La influencia del catolicismo se ha visto mermada entre la feligresía, este nuevo proyecto quiere reforzar la doctrina y alimentar la evangelización, es un intento por decirle al mundo que fuera de la Iglesia no hay salvación».
La pelea. El derecho canónico estipula las características que debe tener un sacerdote para ser nombrado exorcista: santidad, prudencia, fortaleza, sabiduría. «Muchas cualidades que, les dije, no las tenía, pero el señor me llama», dice el párroco Pedro Mendoza Pantoja, coordinador de exorcistas de la Arquidiócesis de México y organizador del Congreso de Exorcismo que inicia hoy.
Sobre el perfil, añade la doctora Aguilar: «Se espera que sean religiosos experimentados, capaces de discernir entre influencias demoníacas, enfermedades o estados de conciencia alterados. Hombres firmes, sin debilidades o inclinados a la concesión. Y, algo muy importante, que tengan una vida moralmente intachable, porque durante el rito el demonio suele desenmascarar sus faltas y errores».
De hecho, asegura, uno de los indicios para declarar posesiones demoníacas es la capacidad del exorcizado -o espíritu maligno que lleva dentro- para descubrir cosas íntimas y secretas de las personas a su alrededor, principalmente de los sacerdotes.
La Asociación Internacional de Exorcistas reconoce otras señales entre los poseídos: hablar en idiomas desconocidos, exhibir fuerza física desproporcionada al tamaño o edad y, más allá de la capacidad natural, manifestar repulsión por objetos sagrados como el crucifijo y plegarias, conocer hechos muy distantes tanto en tiempo como en espacio e ingresar a un estado de inconciencia.
«Todos los sacerdotes, por la misma ordenación sacerdotal, tienen el poder para pelear con Satanás, pero se necesita pulir el don con un estudio de las técnicas del exorcismo y con preparación científica, para que no se expulsen demonios donde nos los hay o para no meter al diablo donde no está», afirma el padre Pantoja.
Solo cardenales y obispos están facultados para nombrar exorcistas. Es recomendable que éstos tengan nociones de psicología, medicina y otras técnicas como naturismo, masoterapia, cromoterapia, acupuntura y auriculoterapia.
Mendoza Pantoja, quien viajó a China para estudiar acupuntura, advierte que en México hay un déficit de sacerdotes preparados para la práctica: «En el 2002, cuando regresé de Roma luego de tomar cursos sobre exorcismo, me nombraron coordinador y el cardenal Norberto Rivera me pidió que transmitiera mis conocimiento a los demás, pero ha sido muy difícil enseñar a quienes son escépticos. Entre los mismos obispos hay resistencia para desarrollar este instrumento, porque ni ellos mismos saben expulsar demonios, ¿cómo van a darle a otros ese poder?»
Asegura que con los dos congresos anteriores se han formado equipos de exorcistas en algunos puntos del país y que con este tercero se brindará a los obispos criterios sólidos para ayudarles a definir a quiénes confiarán el ministerio.
«Este año habrá más representantes de las diócesis, porque hay varios obispos que están mandando a sus sacerdotes para después nombrarlos exorcistas y que sean éstos quienes se encarguen de regar la semilla entre sus compañeros y de guiar las oraciones de liberación para que no se confundan con las de sanación y que no se hagan exorcismos mayores cuando son suficientes los menores».
Aún entre los exorcistas nombrados hay quienes son escépticos de las posesiones, como el filósofo y sacerdote jesuita Jorge Manzano, quien pertenece a la Arquidiócesis de Guadalajara. Prefiere trabajar en un marco de energías espirituales: lo que otros llaman posesiones demoníacas para él son «crisis de los sentidos que derivan en estados alterados de conciencia». Incluso, organiza tálleres para inducir hacia ese estado crítico.
Manzano se inclina además por los exorcismos menores multitudinarios, una práctica que no es respaldada por la coordinación de exorcistas.
«En las oraciones de curación masiva pueden darse casos en los que una persona empieza a vomitar o a hacer cosas raras, pero hay que ser inteligentes para definir si es histeria o una manifestación demoníaca y hay que tener cuidado con la simulación para manipular a la gente», advierte Mendoza.
La técnica. Pese a desencuentros y distintas escuelas, las coordinaciones han logrado establecer lineamientos y técnicas generales del exorcismo.
El lugar propio para ejecutarlo es la iglesia o una capilla, aunque si la persona está imposibilitada puede realizarse donde vive. Antes, es necesario entrevistar al exorcizado y familiares y realizar un diagnóstico en tres áreas: médica, psicológica y espiritual.
Los manuales no especifican cuántos sacerdotes pueden participar en el ritual: en solitario o en grupo, se recomienda la presencia de familiares del poseído o enfermo, así como de otras personas que ayuden en cualquier emergencia y a quienes se llama auxiliares: médicos, psicólogos, psiquiatras o laicos que acompañen la oración.
Tampoco se ha establecido un tiempo definido para consumarlo. «Puede durar cinco minutos, media hora, dos o tres horas, un día, diez años, lo que tarde en suscitarse la fe, no depende de uno, sino de Jesucristo. Igual se tiene éxito en una sesión que en quince o veinte», ha dicho el exorcista Gabriel Amorth, quien fundó la asociación internacional.
El exorcista viste de casulla y estola y entre sus instrumentos ineludibles están el agua bendita, una imagen de Cristo, la Biblia, el ritual de oraciones exorcizantes y la medalla de San Benito con la Santa Cruz, célebre por su eficacia en el combate contra el demonio, maleficios de todo género y hasta picaduras de serpientes.
«Pero el arma más poderosa es la fe», asegura Medina Pantoja.
-¿Cuál es la diferencia técnica entre un exorcismo mayor y uno menor? -se le cuestiona.
-En el mayor se le dice a Satanás sal, salte de este cuerpo en nombre de Jesucristo y su preciosa sangre; en el menor, en las oraciones de liberación la frase no es imperativa, sino deprecativa, también invocamos a Cristo, su sangre, la Virgen, todos los santos, pero no es un mandato ni una lucha cuerpo a cuerpo.
-¿Qué proceso se sigue para llegar a la oración imperativa?
-Hay una estructura de plegarias, de renuncia satánica y de profesión de fe. Hay gente que me pide: hágale una oración fuerte o mágica, pero aquí no valen los gritos, lo que importa es la fe.
«Durante el ritual suele preguntársele al demonio quién es, de dónde viene, si está en el infierno. Si no se hace bien o si no se cierra al poseído, como se dice en el argot exorcista, hay la creencia de que puede ser atacado de nuevo por otros siete demonios, por eso, cuando es liberado, debe comprometerse a llevar una vida moral-cristiana y a evitar contactos con el más allá», describe la antropóloga Aguilar.
La posesión, expresa el padre Pantoja, se consuma cuando la persona hace un pacto con el diablo, «pero no todos los que hacen pacto van a salir poseídos, solamente los que permite Dios y los que le caen bien a Satanás, hasta eso es muy selectivo».
Promovidos por el Vaticano
Frente a 180 exorcistas italianos reunidos cerca de Roma, en marzo de 2007, Benedicto XVI dijo: «Los exorcistas cumplen un importante ministerio al servicio de la Iglesia. Los aliento a proseguir en la tarea, sostenidos por la atención vigilante de sus obispos y por las incesantes oraciones de la comunidad cristiana».
El actual Papa siempre ha sido promotor de este rito: en sus 23 años como defensor de la fe y brazo derecho de Juan Pablo II, se interesó en varias ocasiones por los aspectos teológicos y prácticos del exorcismo. Durante el Jubileo del año 2000, presentó un documento en el que aportó sugerencias y normas para enfrentarse a posesiones diabólicas y diferenciarlas de la sanación.
Se sabe que Juan Pablo II realizó al menos tres exorcismos durante su pontificado de 26 años.
El padre Gabriel Amorth, uno de los más famosos exorcistas italianos, cuenta que el Pontífice realizó un exorcismo de emergencia a una joven poseída, a quienes sus padres llevaron a una audiencia general. «Cuando el Papa se le acercó, ella comenzó a gritar y a agitarse. Él pidió que la llevaran a un lugar tranquilo en el Arco de las Campanas, uno de los accesos al interior del Vaticano, junto a la basílica de San Pedro, y allí la bendijo y rezó con ella hasta que se calmó».
También expulsó al diablo del cuerpo de una mujer italiana llamada Francesca, en 1982, quien le fue llevada a los apartamentos pontificios por el obispo de Spoleto, monseñor Gianni Alberti. El exorcismo fue confirmado en 1993 por el entonces prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Jacques Martin.
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=312290
Buena noticia encontrarme con esta paginas llema de profundas orientaciiones a la que me interresa prepararme tambien para ayudar y ayudarme con la fuerza que da cristo jesus.
Me da gusto que se den estos congresos, quiero saber si hay asistencia de laicos y en su momento podria asistir a sus congresos que ustedes realizan; ya que tengo estudio en teologìa en el centro de formaciòn para laicos San Felipe Neri, Balbuena.
asi mismo aisti a un retiro de oraciòn de sanación y liberación del padre Pedro Mendoza Pantoja en su parroquia.
Agradezco la atención presta a este mensaje y en espera de su respuesta favorable quedo a sus ordenes.
http://www.truthaboutpadreandreadascanio.net
Don Gabriele Nanni, «el Exorcista»
“Gabriele Nanni ha hecho el propósito de su vida el destruir al Padre Andrea y la Armada Blanca”
(Arzobispo Mario Peressin a mons. Piero Vergari)
De la sentencia absolutoria del Padre Andrea D’Ascanio correspondiente al primer proceso eclesiástico:
“De los autos y de cuanto se ha demostrado (can.1608 §2) , es claro que Don Gabriele Nanni es uno de los urdidores de la conjura contra el P.Andrea D’Ascanio, motivo por el cual (para evitar un posible acto de perjurio) el Presidente-Instructor no le pidió emitir el juramento de veritate dicenda (de declarar bajo protesta de decir verdad)”
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Pero, ¿quién es Don Gabriele Nanni?
De la sentencia de absolución:
Don Gabriele Nanni nació el 9 de marzo de 1959 en Forlì. Después de terminar los estudios de nivel medio superior, entró en el seminario diocesano de Bolonia, pero lo abandonó aproximadamente un año después. Obtuvo el título de licenciado en Historia de la Filosofía en Bolonia. Después de una crisis interior, se volvió a acercar a la práctica religiosa y quería volverse sacerdote en una congregación mariana y misionera. En 1987 conoció al P.Andrea D’Ascanio y se volvió integrante de la “Armada Blanca”. En 1990 se cambió de Modena a L’Aquila para dedicarse completamente a la “Armada Blanca” y para obtener el Bachillerato en Teología en la Universidad Pontificia Lateranense, en vista de su futura ordenación sacerdotal.
Sostuvo una serie de episodios sentimentales con la licenciada Alessia Zimei. Aunque él era uno de los candidatos de la “Armada Blanca” para el sacerdocio (cuando hubiera sido posible), en realidad, en él se manifestaban una serie de contradicciones que ponían en duda su vocación e idoneidad. Finalmente, en ocasión de una misión a Moscú (otoño de 1993), llevada a cabo por iniciativa propia y por cuenta de la “Armada Blanca” (para estudiar la lengua rusa, aseverando que el conocimiento de esta lengua sería de gran utilidad para el apostolado en el Este), decidió dejar formalmente a la “Armada Blanca”(…).
De hecho, en Moscú encontró a dos monjas de la Congregación Pro Deo et Fratribus (ahora Familia de María) que trabajan en Novosibirsk en Siberia, y se fue en avión a pasar el período de la natividad con ellas. Al poco tiempo, tomó la decisión de dejar definitivamente la “Armada Blanca” y se mudó a Eslovaquia, a la casa de formación teológica de la Pro Deo et Fratribus:
De la sentencia de absolución:
Ingresado en la “Pro Deus et Fratribus” de Eslovaquia (principios de marzo de 1994), permaneció en dicho lugar hasta el 13 de diciembre de 1994, fecha en la que se mudó a la sede de la “Pro Deo et Fratibus” de Civitella del Tronto (Teramo-I), lugar en el que permaneció hasta su salida definitiva (hacia finales de noviembre de 1996). En la “Pro Deo et Fratibus” no estaban seguros sobre su ordenación sacerdotal (…).
Su traslado a Civitella del Tronto, casa de prueba, fue para él una humillación profunda y tuvo miedo que en aquel lugar llegara a ser ordenado sacerdote.
Ni siquiera se le ocurría pensar que sus superiores habían bloqueado su ordenación, porque percibían que no era apto para el sacerdocio; por el contrario, se convenció que todo había sido provocado por una supuesta mala imagen que había dado de él el Padre Andrea D’Ascanio. A partir de entonces, comienza a incubar un hastío que con el tiempo se volverá un odio feroz que transmite a todas las mujeres a las cuales “les abre los ojos”: de estimadoras, pasarán a ser acusadoras pertinaces del Padre Andrea D’Ascanio: empezando por Alessia Zimei.
Lo difícil de su situación llega a ser del conocimiento en la casa de la familia Zimei, el centro operativo del “pool” contra el Padre Andrea D’Ascanio. Una delegación aquilana acude a buscarlo en el verano de 1996 en Civitella del Tronto y le deja entrever la posibilidad de entrar en el seminario de L’Aquila. El Obispo Molinari se declara dispuesto a ayudarlo. Eso es la solución a todos sus problemas.
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El primer éxito como «exorcista»: la “apertura de ojos” a Alessia Zimei
De la sentencia de absolución:
“La licenciada Alessia Zimei fue bautizada por el padre Andrea D’Ascanio y ha conservado siempre con él una relación de confianza y amistad (…) Entró en la Armada Blanca en el ’89, en la ocasión de la Audiencia especial concedida por S.S. Juan Pablo II a la “Armada Blanca” en el Aula Pablo VI, pero su participación se vuelve más intensa poco después (…) La colaboración con la “Armada Blanca” asume, sin formalidad particular, un carácter “vocacional” de plena dedicación (en algunas ocasiones Alessia firma como Alessia de Dios y de María”). Al inicio de 1996 el Padre Andrea D’Ascanio invitó a Alessia a participar en una misión en Ecuador. Hubo una dura oposición familiar (…) Regresó a L’Aquila de Ecuador el 31 de octubre de 1996 con la intención de volver al País Latinoamericano después de pocos días (15 de noviembre) y continuar su misión con la “Armada Blanca” (…)
La licenciada Alessia Zimei afirma que, antes de su regreso del Ecuador, “en la familia (de ella) habían mantenido contactos con Gabriele Nanni”. Además, dice: “llegué al aeropuerto de Fiumicino. Regresé del Ecuador el 31 de octubre de 1996 y fueron a recibirme mis hermanos (…). Mis hermanos tenían cierta esperanza de “recuperarme”, incluso si el plan era que yo regresara al Ecuador en aproximadamente unos veinte días (…)”. Hay certeza moral de que los hermanos le comentaron a Alessia de la oportunidad de ir a buscar a Don Gabriele Nanni, quien se había visto previamente con la familia y cuya amistad con Alessia es de hacer notar. De hecho, al día siguiente, es decir, el 1 de noviembre, Alessia le llamó a Don Gabriele y fijan una cita para el 2 de noviembre, fecha en que se la pasaron juntos todo el día (…).
Después de haber pasado con él casi un día en el Seminario en el que vivía (“Pro Deo et Fratibus” en Civitella del Tronto TE) el próximo 2 de noviembre, los ojos de Alessia se “abrieron” (…)
Después de diez horas de presión psicológica, Gabriele Nanni le la convenció que el Padre Andrea fue su ruina:
Del interrogatorio a Alessia Zimei ante el Tribunal eclesiástico:
“Presidente: ¿Cuándo ocurrió esto que está contando?
Alessi Zimei: Ese día, todo es en esa misma fecha, el 2 de noviembre.
Presidente: ¿Al inicio o al final del día?
Alessia Zimei: No, ya hacia el final, después de estar hablando durante horas, porque no me convencía.”
Regresó a L`Aquila ya bien entrada la noche y le aseguró a sus familiares que se alejaría de la Armada Blanca, De hecho, se salió sin siquiera entregar a los responsables del Movimiento algunos documentos importantes que el Arzobispo de Quito le había confiado. Lleva consigo una larga lista de acusaciones contra el Padre Andrea D’Ascanio, recopiladas por Gabriele Nanni, que ella deberá presentar ante el Obispo Molinari, quien el 6 de noviembre, acude a la casa de la familia Zimei y pide elaborar lo más rápido que sea posible una denuncia: el 8 de noviembre tiene en propia mano una declaración firmada por Alessia Zimei, documento que constituirá la base de la acción del proceso eclesiástico entablado contra el Padre Andrea D’Ascanio.
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Gabriele Nanni regresa a L’Aquila
El 24 de noviembre de 1996, Alessia Zimei y Annarita Bellisari acuden a recogerlo a Civitella del Tronto y por la tarde lo acompañan a la catedral de L’Aquila, en la cual Mons. Molinari está oficiando. Después de la Misa, se presentó en la sacristía y el Obispo lo acogió sin excitación, asegurándole que lo ordenará sacerdote: “Yo estaba contentísimo” – declaró en su testimonio ante el Tribunal Eclesiástico – el mismo día echado de una parte y tomado en otra”.
Pero le solicitó que de inmediato escribiera una declaración en contra del Padre Andrea D’Ascanio y, además, que buscara a otros acusadores. Lo hizo hospedar en la casa de la familia Zimei, donde hallaría el clima más adecuado para cumplir este mandato. (cfr: 2 – Un proceso programado).
De la sentencia de absolución:
“El instrumento de dicha “apertura de ojos”, Don Gabriele Nanni, abandonó la Pro Deo et Fratibus y se mudó a L’Aquila: “me hallaba en L’Aquila sin casa, por lo que me dieron alojamiento en la casa de la familia Zimei”, (…). En dicho lugar, se formó una organización para acusar al Padre Andrea D’Ascanio, lo cual fue reconocido (…) por los protagonistas en ocasión de la rendición de sus testimonios. La casa de la familia Zimei fue frecuentada, con mayor o menor intensidad, por el Sr. Domenico Pelliccione, la Sra. Pierina Mirka Manfredi, la licenciada Anna Rita Bellisari, etc.: todos ellos ex integrantes de la “Armada Blanca”. Con la colaboración de Alessia, sus hermanos y de Don Gabriele Nanni, se redactaron algunas de las acusaciones y se transcribieron algunas cintas que contenían declaraciones verbales del Padre Andrea”.
Del interrogatorio a Alessia Zimei ante el Tribunal Eclesiástico:
“Presidente: ¿Usted cree haber ayudado a Gabriele Nanni a convertirse en sacerdote?
Alessia Zimei: (…) lo sacaron de la Pro Deo. No sabía a dónde ir y… yo hablé de él (“lo recomendé”, dijo en la primer versión) con Mons. Molinari”.
Del interrogatorio a Annarita Bellisari ante el Tribunal Eclesiástico:
“Entonces Molinari vino a mi casa (…) y yo le hablé de él el 23 de noviembre y Gabriele fue aceptado por Molinari, porque sustancialmente había sido despedido de la Pro Deo en la mañana, después él fue a L’Aquila, donde fue acogido por Molinari y enviado a hospedarse a la casa de la familia Zimei”.
De la sentencia de absolución:
“Monseñor Molinari, que no lo conocía, pero sabía de él por Alessia, lo acogió bajo su protección directa en vista de una no lejana ordenación sacerdotal: don Gabriele se volvió su chofer y su hijo espiritual (…)”.
¿Por qué Don Gabriele fue sacado de ProDeo?
De la carta de su Excelencia, Mons. Paolo Hnilica, al Padre Andrea D’Ascanio:
“Él dejo la comunidad porque le planteamos la siguiente disyuntiva: o se quedaba en nuestra comunidad misionera, dejando en paz al Padre Andrea, porque creemos en su integridad y en la maravillosa misión de la Armada Blanca; o bien, abandonaba nuestra comunidad”.
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Entra inmediatamente en acción
No habían transcurrido ni 24 horas, cuando Nanni se puso en contacto con Mirka Pierina Manfredi de Modena, otra antigua conocida suya, a quien el Padre Andrea D’Ascanio había ayudado a terminar sus estudios y a colocarse como profesora, y de inmediato se declaró lista para la segunda denuncia:
Del interrogatorio a Pierina Manfredi ante el Tribunal eclesiástico:
“Me decidí a escribir el documento de denuncia, tras haber recibido una llamada telefónica de Gabriele Nanni, en la misma, él me explicó como Mons. Molinari estaba recopilando testimonios para exponer a la luz pública al Padre Andrea. Le escribí esa misma tarde en que me llamó, el 24 de noviembre de 1996, Creo que luego se la mandé por correo a Alessia Zimei, pero no estoy segura.”
Dos días después, el 26 de noviembre, Nanni presentó su primer denuncia contra el Padre Andrea ante Mons.Molinari, pero este le pide que haga otra más consistente y lo ánima a moverse para obtener más testimonios de cargo: así es como toma forma la segunda denuncia, la cual, el citado Obispo se encargó de hacer llegar a Roma, junto con una cartita de presentación:
Tomado del acta que contiene el interrogatorio a Gabriele Nanni ante el Tribunal eclesiástico:
Presidente: La segunda denuncia de él (Nanni) fue recibida en la CDF el 7 de marzo de 1997, por lo tanto, es anterior a esa fecha. Mons. Molinari escribe en la misma: “Este texto lo hizo Nanni, porque yo se lo pedí”.
En los días subsecuentes, Gabriele Nanni hará firmar denuncias contra el Padre Andrea D’Ascanio a Anna Rita Bellisari y a una señora albanesa que tenía poco de haber llegado a Italia. Es entonces que, en la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvieron material suficiente para activar el primer proceso.
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Diácono y sacerdote
Gabriele Nanni, después de quedarse tres meses en casa de la familia Zimei y tras haberle presentado al Obispo las demás denuncias solicitadas, fue enviado con el párroco de Sassa (AQ). Dos meses después es ordenado diácono y es inscrito oficialmente en la diócesis. Cinco meses después, el 30 de agosto de 1997, es ordenado sacerdote:
“Diacono”
¿Con qué espíritu se prepara uno para ser ordenado Diacono, último escalafón antes del sacerdocio?
De la declaración de Mons.Molinari ante el Tribunal eclesiástico:
– “Entonces (el 30 de marzo de 1997, nota del redactor) le dije a Don Gabriele “¿qué dices?, ¿te ordeno mañana o nos esperamos?” y él me contestó: “si dejamos pasar esta ocasión, a lo mejor ya no se vuelve a presentar esta oportunidad en el futuro”. Lo ordené…después, Mons.Peressin me dijo: “Me traicionaste, voy a escribir a Roma. Haré anular esa ordenación…”
Bien consciente de engañar al Arzobispo titular, el 31 de marzo de 1997 se hace ordenar diacono, con pocas horas de antelación, aprovechándose de esa “ocasión” que quizás ya no se “presentaría en el futuro”. Mons.Mario Peressin comenta esta ordenación en la carta que envió al Card. Ratzinger el 24 de junio de 1997:
“Me surgen muchas dudas sobre la intención y verdadera vocación del Diacono Gabriele Nanni… quizás este hombre Nanni es la clave para entender todas las recientes dificultades que han experimentado el Padre Andrea y la Armada Blanca. Parece que es precisamente Nanni, quien teje las redes de sus opositores”.
“Sacerdote”
¿Con qué espíritu se prepara uno para ser ordenado Sacerdote? Lo dice él mismo el 2 de marzo de 1999, en las declaraciones que realizó ante el Tribunal eclesiástico:
“Yo no quería ser ordenado, se lo dije a Mons.Molinari, él me pidió varias veces que lo dejara ocuparse de eso. Lo hice en obediencia a Mons. Molinari y por devoción.”
Surge la duda legítima sobre la validez de la ordenación sacerdotal de Gabriele Nanni, duda apoyaba por el Código de Derecho Canónico:
Can.1026: “Quien sea ordenado deberá gozar de la debida libertad; no es en lo absoluto lícito obligar a nadie, en cualquier forma y por cualquier motivo, a recibir los hábitos”.
Gabriele Nanni declaró que “no quería”, la obediencia debida al Obispo es una pesada “carga moral”. ¿Qué cosa significa hacer algo “por devoción? ¿Devoción a quién?
Can.1029: “Serán promovidos a las órdenes sólo aquellos que (…) sean movidos por una intención recta”.
La “intención” con la cual Gabriele Nanni pasó a la diócesis de L’Aquila es aquella manifestada a sus Superiores de Pro Deo:
“…dijo que tenía, en conciencia, ir a L’Aquila para acusar al Padre Andrea D’Ascanio, porque está endemoniado y es peligroso para la Iglesia” (de la carta de Su Excelencia, Mons.Paolo Hnilica al Padre Andrea D’Ascanio).
Pero, en su última carta escrita en Eslovaquia, de fecha 13 de mayo de 1994, se dirigía al Padre Andrea D’Ascanio con estas expresiones:
“Te agradezco infinitamente…realmente no tengo con que pagarle todo lo que ha hecho por mí, sino manifestándole mi reconocimiento y recordándolo en mis oraciones cotidianas. Con afecto, Gabriele.”
¿Con base a qué elementos y no habiendo tenido contacto alguno con él, ahora lo declara “endemoniado y peligroso para la Iglesia?
Don Gabriele Nanni, en el camino sacerdotal que ha tomado no se ha conducido con una “intención recta”: con tal se salvarse a sí mismo, no duda en asesinar moralmente a un sacerdote ni en arremeter contra una Obra de María bien vista por decenas de Cardenales y Obispos e incluso por Su Santidad Juan Pablo II, quien en un acto único, le otorgó audiencia a 10,000 pequeños de la Armada Blanca, que por cierto ha sido la audiencia más grande, reservada exclusivamente a niños, que se ha verificado en toda la historia de la Iglesia.
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“Canónico” de la Catedral
Después de tres años y medio, el 5 de febrero de 2001, Mons. Giuseppe Molinari lo nombró canónico de la catedral, cargo honorífico que se le otorga sólo “a sacerdotes que se distinguen por su doctrina y por la integridad con que conducen su vida y, además, porque hayan ejercido honrosamente el ministerio” (can.509 del Código de Derecho Canónico).
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“El Exorcista”
Internet está lleno de sitios en los cuales se habla de Don Gabriele Nanni como exorcista o, mejor, como formador de exorcistas.
¿Quién es el exorcista?
El exorcista en la Iglesia Católica, es el sacerdote que libera del poder del demonio a las personas que han sido poseídas.
¿Quién es el demonio? La personificación del odio y de la mentira, ya que es lo opuesto de Dios que es Amor y Verdad. Jesús lo llama “homicida desde el principio… padre de la mentira” (Jn 8,44)
El más auténticamente “poseído” por el demonio es aquel que tiene el corazón cargado de odio que lo lleva a descargarlo contra el hermano» (“Quien odia a su hermano es homicida”- 1Jn 3, 15) golpeándolo a veces físicamente, en la mayor parte de los casos con la calumnia que es fruto de la mentira.
Veamos – en cuatro casos testimoniados y jurado – los frutos que Don Gabriele Nanni produce con sus exorcismos. El primero es aquel efectuado sobre Alessia Zimei el 2 de noviembre de 1996: después de diez horas de pleito (“después de que hablamos horas, que no me convencía” dice Zimei) el “exorcista” vence su batalla: saca del corazón de Alessia el Amor y lo llena de odio despiadado haciéndola la más tenaz acusadora del Padre Andrea. Lo mismo hará con los demás testimonios en las declaraciones de las cuales será implantado el proceso.
1 caso: Alessia Zimei:
Esta “liberación” deja desorientados y perplejos a todos los que hacía unos pocos días antes la frecuentaron durante meses en la misión en Ecuador.
De la declaración de Su Eminencia, Cardenal Bernardino Echeverría Ruiz, Arzobispo emérito de Guayaquil:
Declaro que el 12 de noviembre de 1996, me encontré a Alessia Zimei, con el hermano Francesco, en la casa General de los Padre Menores en Roma, la cual se ubica en via Santa Maria Mediatrice no.25. Me dijo que quería denunciar al Padre Andrea y a la Armada Blanca ante la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe y que a tal efecto iría a ver al Cardenal Sodano. Intenté disuadirla, recordándole lo mucho que había colaborado con este movimiento mariano y el gran afecto que siempre había demostrado por el Padre Andrea. La hallé inconmovible y me pareció extraño que en unos cuantos días se pudiera experimentar un cambio tan drástico, más extraño aún me pareció el que se dirigiera al Cardenal Secretario de Estado, que no tiene nada que ver con la Congregación para la Doctrina de la Fe. A los pocos días del suceso, me encontré al Padre Andrea y le comenté lo acontecido. Le dije que tenía que mantenerse fuerte, porque esto sólo se trataba de una prueba, para él y su obra, querida por el Padre Pío de Pietrelcina”. Cardenal Bernardino Echeverría Ruiz. OFM
Del testimonio brindado, bajo protesta de decir verdad, por Patricia Puccini al Arzobispo de Guayaquil (Ecuador) a solicitud del Presidente del Tribunal Eclesiástico:
“Para ella, la Armada Blanca lo era todo, desde pequeña formó parte del movimiento (…). Yo era feliz cuando la oía hablar de la Armada y sobre todo me emocionaba ver el profundo respeto y amor con que siempre hablaba del Padre Andrea y de su obra. Lo llamaba “Mi pa’”, porque me decía que para ella, él era como otro padre”.
Véase esta última carta, que el Padre Andrea recibió de Alessia Zimei durante su estancia en Ecuador, de fecha 2 de octubre de 1996:
“Queridísimo Padre, te comunico que la reunión de hoy salió de maravilla. La lectura que hicimos del fax que mandaste, fue reconfortante para todos. Todos están muy contentos (…). Hoy, mientras jugueteaba con la calculadora, hice cuentas de cuántos niños me había encontrado yo solita. ¿Adivina cuántos eran? Eran 28,682 (…) Te mando un abrazo muy fuerte, tan fuerte como el que nos dimos en el aeropuerto. Alessia”.
2 caso. Mirka Pierina Manfredi
El efecto de este segundo exorcismo es inmediato, le “abrió los ojos” después de una llamada telefónica con Gabriele Nanni (el 24 de noviembre de 1996), tal y como se desprende de la denuncia que presentó ante el Tribunal eclesiástico:
“Hasta hace poco, le escribía al Padre Andrea cartas de agradecimiento (…), hoy acuso al Padre Andrea de plagio”.
3 caso. Anna Rita Bellisari
De su testimonio ante el Tribunal eclesiástico:
“El 3 XI, Gabriele Nanni, mediante una llamada telefónica que duró dos hora y media, comenzó a abrirme los ojos”.
4 caso. Rosa Pelliccione. Del interrogatorio hecho a la hermana Maria Gabriella Pelliccione:
“Mi padre la llevó (a su madre) de inmediato con Gabriele, tanto fue su ímpetu que también me quería llevar a mí; me ha insistido en varias ocasiones: “Lella, ven con Don Gabriele, él te va a ayudar a que abras los ojos, a entender”. A mí no me dijo que mi madre ya hubiera ido ni tampoco que ella ya hubiera abierto los ojos…”
Un mismo fenómeno que se repite muchas veces, en las mismas condiciones, adquiere validez científica. El verdadero poder exorcístico de don Gabriele Nanni es aquel de quitar el Amor del corazón de las personas que “exorcisa” y llenarlo de odio: de quitar de su mente la Verdad y de poner la mentira.
Estos testimonios fueron considerado falsos y no fidedignos por los jueces que absolvieron al Padre Andrea.
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El verdadero rostro de Gabriele Nanni
De la sentencia de absolución:
“Sobre el carácter, los sentimientos más íntimos y profundos de Don Gabriele Nanni hay un documento manuscrito suyo, el cual fue enviado al Padre Andrea D’Ascanio cuando Don Gabriele todavía estaba en la Armada Blanca (2 de septiembre de 1992, auto del proceso no.116, anexo). (…) Don Gabriele Nanni dijo de sí mismo (los comentarios resultan superfluos).”
“Autodenuncia
Deseo, en lo profundo, afirmarme a mí mismo: ejerciendo un poder sutil, fascinante, sobre las personas y crear una dependencia; logrando un poder institucional capaz de modificar y estructurar a mi agrado la realidad cuanto más sea posible.
Deseo ser amado, tener un lugar en el corazón de los demás, si es el primer lugar, mejor. Así como a mi nunca me gustó la violencia ni el plagio, porque no determinan una veneración sincera o verdadera, busco el modo de obtener todo esto haciéndome amar por aquello que soy: obviamente se necesita ser lo más perfecto que sea posible: lo imposible de esta “realidad” debería convencer a los demás en forma evidente, por sí misma. Esta perfección del ser por sí misma se excluye, obviamente, un camino, una maduración, porque el ser es.
Si en una época pensaba que lo que domina el todo es la única actividad sintética, esto es, la filosofía, he descubierto con posterioridad que el espíritu, particularmente si se halla unido a aquel que es el Único, Verdadero y más que potente. He tomado entonces un camino para poder entrar y conocer los secretos, para poder potenciarme a mí mismo y con ello poder ejercer aquella actividad de síntesis de la realidad y su gobierno.
Dios puede ser un rival, más que una ayuda, porque permanece muy apartado. Mi cruz está dada por la incapacidad para obtener los poderes extraordinarios de Dios.
En lo cotidiano, la cruz se manifiesta, obviamente, cuando lo que hago no me parece corresponder a una dignidad más alta. Todo lo que hago, lo hago porque espero que en el futuro las cosas cambien. (…)
Lo que busco no es un cargo eclesiástico (si llega, pues que bueno), sino un cargo de espíritu tal con el que pueda ejercer un poder ilimitado. Sería deshonesto si omitiera también un real, si bien raro, deseo de purificación. Pero al final perdura el deseo de purificación hecha por mí mismo, o por Dios, por el mero deseo de ser como quisiera, por mí mismo.
Como ya he dicho, no me interesa imponerme a los demás con la mentira o el camuflaje. Ambiciono ser perfecto para ser el dios de los demás (Dios es tan grande que espero que me haga un poco de espacio).
¿Delirio? Con un examen de realidad la respuesta es afirmativa. Pero yo sé que, paradójicamente, con el espíritu no hay límites, confines, obstáculos y todo es posible. Pienso que esto quizás sea demoníaco. Una conciencia de qué cosa es el demonio la tengo clara, porque pensamos las mismas cosas, ilusionándonos nosotros mismos con la idea de que actuamos por lo mejor, mejor que Dios; o bien, no obstante él.
Es el momento de preguntarme y declarar de que parte estaré. Se perfectamente que no hay la posibilidad de tomar una tercera vía y que estos deseos me quemarían en todo caso.
Si no escogiera a Dios, no soportaría la inercia y la mediocridad. Por otra parte, es como tener un arma sin empuñadura. En el caso de que la encontrara o me la dieran, me iría al ataque y, estoy seguro, si no es al servicio de Dios, sería en contra de Dios, en un insoportable, insoportable impulso a ejercer el poder. (…)
La síntesis es que la mía, no es una vocación “santa”; mi deseo no es el servir a Dios, sino a mí mismo.
Gabriele”.
De la sentencia de absolución:
“Esta autodenuncia, que podría haber servido para una conversión profunda, es importante y no parece haber perdido actualidad alguna, considerando el modo de comportarse de Don Gabriele Nanni en esta causa”.
Perfil de Don Gabriele elaborado por un psicólogo
De la carta escrita por el licenciado Andrea Alfonsi, psicólogo, al Padre Andrea D’Ascanio, la cual obra en los autos del proceso eclesiástico:
“Querido Padre Andrea…
Siento el deber de manifestarle un parecer, creo yo demasiado objetivo, sobre la persona de Gabriele Nanni, Alessia Zimei y Annarita Bellisari.
Son personas que, en particular Gabriele, como bien sabe usted, he tenido la oportunidad de conocer a fondo, frecuentándolas de continuo (en el caso de Gabriele, incluso compartiendo un techo en la misma casa) y compartiendo con ellas todas las dificultades, pero también las alegrías, que la vida en L’Aquila nos ofrecía día con día.
El sentido que tiene esta carta es muy sencillo y lo puedo resumir en una frase, quizás un poco amarga, pero clara y para nada exagerada: “no me asombra para nada que personas como Gabriele, Alessia y Annarita hayan podido, con suma despreocupación y olvidándose de cualquier buen sentimiento que las ligaba a usted, verter en su contra un odio violento y absolutamente injustificado”. Quizás esto le pueda sonar a usted algo novedoso…
Me viene a la mente una de las primera frases que tuvo a bien decirme Gabriele: “¡El Padre Andrea tiene más cualidades que Jesucristo! Y todavía más: “El Padre Andrea no tiene una personalidad definible, es imposible encuadrarlo según los criterios humanos”.
Las divagaciones de este tipo se alternaban, incluso en el curso de un solo día, con las más bajas y violentas acusaciones en sus relaciones, las cuales surgían siempre que se rompía alguno de sus sueños (hablo de Gabriele) de grandeza. Las ilusiones de Gabriele encontraban una apariencia de realidad en su adhesión a una persona como usted con la que, según los dichos del propio Gabriele, Dios en Primer Persona se estaba jugando el destino del mundo.
Su aspiración al sacerdocio no conciliaba bien con la actitud que tenía con respecto de la vida misma de la que esperaba todo el reconocimiento… ¡Ni sus aspiraciones se detenían en el sacerdocio! Él aspiraba seguramente al Episcopado, él decía: “Para tener la plenitud del Sacramento”, yo lo corregiría y diría: “para tener la plenitud de sí mismo”…
Su adhesión a la Armada Blanca era una adhesión narcisista (perdone el tecnicismo psicológico) hacia la persona del Padre Andrea que debía ser su trampolín de salto…Él quería amigos Obispos y poderosos, dones del Altísimo, poder y gloria.
Pobre Gabriele, con sus sueños destrozados, pobre eterno adolescente enamorado de sí mismo hasta el punto de engañarse a sí mismo sobre los motivos de su hacer. Lo que está haciendo ahora, bajo la fachada de celo por develar una aparente verdad, esconde una venganza en contra de quien no estuvo a la altura de sus insaciables deseos, ni el artífice de los mismos, pero tampoco colaborador tácito ni conforme de los mismos.
Fui a buscarlo en la casa de formación de Civitella, en donde se refugió, escapando de L’Aquila: decía que se hallaba muy bien, pero por el contrario, “estallaba” y se retorcía todavía más en su maraña de pasiones. Ahora se encuentra en la mísera condición de quien se ha hecho una vida a base de mentiras, mentiras que no se ahorra ni para sí mismo.
Gabriele es esto: una explosiva mezcla de inmadurez, desequilibrio, ambiciones grandiosas, resentimientos y odios incubados y alimentados, pasiones desordenadas”.
Perfil de Gabriele elaborado por una ex compañera suya de estudios:
“Con respecto a Gabriele, yo observé esto: pasa de momentos de búsqueda sincera de Dios y las cosas divinas a momentos de investigación confusa de sí mismo y su propia realización.
En varias ocasiones, cuando trataba de hacer morir su propio yo, ha intentado destruir a quien se le opusiera, más que a sí mismo.
Ejerce una gran fascinación entre las mujeres, pero sobre todo le encanta ver que hay quien padece esta fascinación.
Pasa de momentos de estima hacia una persona, llegándola a buscar con frecuencia, a momentos de rechazo hacia la presencia de la misma, siendo capaz de ultrajarla moralmente y, si fuera posible, incluso físicamente. Yo he tenido que pasar por cosas de esas…” (Testimonio de Paola Cirillo, Modena).
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El “exorcista” continua en su acción de difamación
Adquiere un gran significado lo dicho el Arzobispo Mario Peressin a Monseñor Piero Vergari: “Gabriele Nanni ha hecho de la destrucción del Padre Andrea y de la Armada Blanca los objetivos de su vida”.
Después de 13 años Don Gabriele Nanni continúa su acción difamatoria en cualquier parte del mundo donde se presenta con motivo de su “carrera” como exorcista, con mentiras siempre más grandes, con calumnias cada vez más graves. El odio es difícil que muera y se refuerza con el tiempo.
Pero el odio no es compatible con el Sacerdocio.
El Comité Internacional pro Padre Andrea D’Ascanio le aconseja a Don Gabriele Nanni que reconsidere seriamente su ordenación sacerdotal, la cual “no quería” y que no recibió teniendo una “recta intención”.
El Comité Internacional pro Padre Andrea D’Ascanio se ha propuesto revelar al mundo el otro rostro de la Justicia Eclesial.
Los dos rostros de la Justicia Eclesial
El Proceso de Primera Instancia
1. El Tribunal Colegiado: Con Decreto del 26 de mayo de 1998, el Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe ordenó constituir un Tribunal de Primera Instancia, cuyos integrantes eran el reverendo monseñor Joaquín LLOBELL, Presidente de este órgano colegiado, Instructor y Ponente, del “Opus Dei”; el reverendo monseñor Domenico MOGAVERO y el reverendo padre Giuseppe Angelo URRU, dominico, con la finalidad de instruir el proceso penal canónico en contra del Padre Andrea D’Ascanio, hermano menos capuchino. El Promotor de Justicia (Ministerio Público), Don Pier Giorgio MARCUZZI, salesiano. En carácter de Patrono (Defensor), Don Ennio INNOCENTI.
2. El Proceso:
Tras un examen largo, profundo, minucioso y objetivo, que duró aproximadamente cinco años, el proceso se terminó – se dictó Sentencia de Primera Instancia el 16 de abril de 2002, misma que se publicó el 27 de septiembre de 2002 –, la citada sentencia absolvió de todos los cargos imputados al acusado, visto que no se logró demostrar la certeza moral de la culpabilidad del Padre Andrea, porque los hechos no subsisten o no pudieron ser comprobados.
Por el contrario, en la sentencia se identifican a los responsables de una verdadera “conjura” surgida en contra del Padre Andrea D’Ascanio.
3. Para comprender mejor el significado de esta sentencia, completamente absolutoria, vale la pena señalar, cuando menos, las siguientes claves de lectura:
a) Esta sentencia, pesado estudio constante de 121 hojas, está bien balanceado y refleja una extraordinaria sensibilidad, sinceridad, fuerza moral y coherencia hasta el final por parte del Órgano Juzgador Colegiado.
b) El Tribunal reconoce, muy honestamente, la larga serie de dificultades “especiales” que ha tenido que superar para llegar a tener una idea objetiva de los hechos, principalmente a causa de determinadas actitudes y presiones, incluso de ciertas personalidades eclesiásticas, encaminadas en un “solo sentido”, a culpabilizar, a cualquier costo, al Padre Andrea:
“(…) La Congregación para la Doctrina de la Fe (…), desde el comienzo del proceso judicial, había atendido sólo a los acusadores, cuya credibilidad estaba fuertemente avalada por Su Excelencia, el Reverendo Monseñor Giuseppe Molinari, Arzobispo Coadjutor de L’Aquila, amigo de los principales acusadores y, por medio de ellos, de los demás” (tomado de la sentencia de absolución).
c) Se reconoce al Órgano Juzgador Colegiado, el valor y honestidad demostrados, pues tenía plena conciencia que esta absolución no sería bien vista “allá en lo alto”. De hecho, la sentencia absolutoria fue apelada inmediatamente y se instituyó un proceso de segunda instancia. Con esto, volvió a comenzar el calvario judicial eclesiásticos del Padre Andrea D’Ascanio.
Hagamos un paréntesis: S.E.Mons. Giuseppe Molinari y los acusadores de siempre, habiendo intuido que el proceso terminaría en forma favorable para el Padre Andrea D’Ascanio, promovieron en contra de él y de la Armada Blanca otros dos procesos: uno ante el Tribunal de L’Aquila, para despojar al Movimiento de su sede en Santa Apollonia (Sta.Maria delle Bone Novelle), inmueble que poseían en virtud de un comodato otorgado en su favor por el Arzobispo anterior, Mons.Mario Peressin, cuya duración se estableció en veinte años; y otro proceso, el cual se promovió ante el Tribunal Penal de L’Aquila, por el delito “asociarse con la finalidad” de cometer quien sabe cuántos delitos. En formar paralela, el Padre Andrea fue comprometido también con el Tribunal de los Menores. Por lo tanto, en forma contemporánea, tuvo que enfrentarse a las denuncias más absurdas, pero en cuatro frentes judiciales.
A continuación, pasaremos a examinar estos procesos, uno por uno, comenzando por el segundo proceso eclesiástico.
El Proceso de Segunda Instancia:
el otro lado de la justicia eclesial
1. Introducción
a) El Promotor de Justicia apela la sentencia.
No obstante, el resultado totalmente positivo de la Sentencia de Primera Instancia, en la cual se reconoce la inocencia del Padre Andrea D’Ascanio, el Promotor de Justicia, Don Piero Giorgio Marcuzzi, salesiano, el 30 de septiembre de 2002, es decir, apenas dos días después de la publicación de la Primer Sentencia, apeló ante el Tribunal Apostólico de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el mismo órgano juzgador de la CDF (Congregación de la Doctrina de la Fe por sus siglas en italiano), que recién había publicado la sentencia de absolución.
Es interesante hacer la aclaración, que Don Pier Giorgio Marcuzzi, en el proceso que apenas había terminado, no había interpuesto ninguna objeción a los argumentos de la Defensa.
b) Se recibe la apelación.
El Moderador de la Congregación para la Doctrina de la Fe dio recepción a la Apelación del Promotor de Justicia y, mediante Decreto del 24 de octubre de 2002, constituyó un Tribunal Apostólico de Segunda Instancia, el cual estaba integrado por S.E.R. Mons. Edoardo DAVINO, Presidente del Colegio, Instructor y Ponente; Rev.Mons.Brian Edwin FERME y por el Rev. Sabino ARDITO, salesiano, Don Pier Giorgio MARCUZZI, Promotor de Justicia (Ministerio Público), con la finalidad de instruir el proceso penal canónico de Segunda Instancia en contra del Padre Andrea D’Ascanio.
Del abogado defensor hablaremos a continuación.
2. El procedimiento anómalo de la CDF
El mismo órgano juzgador de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con la intervención de los máximos exponentes del dicasterio, promovió ante sí mismo la apelación para proceder a un nuevo juicio, cuya sentencia es “definitiva, inapelable y que causará ejecutoria inmediatamente”, negando el legítimo derecho a recurrir al Órgano Superior de la Signatura Apostólica. Un procedimiento jurídico, moral y éticamente sorprendente e inexplicable.
En la apelación, con una praxis que no es jurídicamente correcta, se nombró nuevamente a don Pier Giorgio Marcuzzi, salesiano, para que actuara con carácter de Promotor de Justicia (Ministerio Público), que ya había desarrollado esta función en el proceso de Primera Instancia. Él tuvo que renunciar a la encomienda que se le otorgó por razones de salud graves, falleciendo el 12 de abril de 2003. Para ocupar su lugar se designó al Padre Janusz Kowal, sacerdote jesuita.
El nuevo Tribunal mostró desde el comienzo, los sentimientos que lo animaban a propósito de la elección del Patrono (Defensor) del Padre Andrea D’Ascanio y por la continua solicitud de dinero.
3. La elección de Patrono (Abogado Defensor)
El Tribunal le solicitó al Padre Andrea D’Ascanio el nombramiento del Patrono a quien hubiera encomendado su defensa:
Ciudad del Vaticano, viernes 15 de noviembre de 2002
Rev. Padre Andrea D’Ascanio
Por mandato del Presidente del Tribunal, le notifico, en copia certificada, la RESOLUCIÓN del Presidente, en la cual le otorga un plazo de treinta días para comunicar a este Tribunal el nombre de Su Patrono, con domicilio señalado para oír y recibir notificaciones, quien lo habrá de representar en el Proceso de Apelación.
Con saludos afectuosos.
Don Mario Ugolini. Notario.
El Padre Andrea D’Ascanio respondió
¡María, Reina de las Victorias! 4 de diciembre de 2002
(…) Propongo como mi Patrono y defensor al Rev.Mons.Prof. Annibale ILARI. (…). Su domicilio para oír y recibir notificaciones es en la basílica de San Giovanni in Laterano (San Juan de Letrán): Piazza S. Giovanni in Laterano, 4 – Ciudad del Vaticano.
Envío saludos cordiales.
Padre Andrea D’Ascanio
El Tribunal recusa el nombramiento del defensor propuesto:
Ciudad Estado del Vaticano sábado 21 de diciembre de 2002
Rev. Padre Andrea
Por mandato del Presidente, le notifico que este Tribunal no considera oportuno que Mons. Annibale ILARI asuma Su defensa en la causa que nos ocupa, visto lo avanzado de su edad (…) El Presidente del Tribunal, para la presentación de una nueva propuesta de Patrono, le concede un lapso de 15 días, que comenzará a correr a partir del día en que se le hubiera entregado la presente notificación a usted, tras lo cual, si este Tribunal no ha recibido su propuesta, entonces procederá a designar de oficio a un Patrono, a quien usted le retribuirá los honorarios correspondientes.
Con exclusivo carácter informativo, este Tribunal le señala los nombres de dos posibles Abogados, uno de los cuales podrá ser elegido por usted para hacerse cargo de dicho oficio, estos son:
– Padre KOWAL Janusz, S.J.; Padre PIACENTINI Ernesto, O.F.M.Conv.
(…) El Presidente del Tribunal – y yo me sumo a sus deseos – le envían felicitaciones con motivo de la Santa Navidad y el año nuevo.
Don Mauro Ugolini. Notario
Comienza a delinearse la intención del Presidente, S.E.Mons.Davino: que el Padre Andrea D’Ascanio afronte el proceso con un defensor de oficio que sea de la absoluta confianza del Tribunal, a quien, por añadidura, habrá que retribuir “los honorarios correspondientes”. Pongamos en evidencia esta cláusula, porque el discurso de los “honorarios” será recurrente, como veremos.
¡María, Reina de las Victorias! 7 de enero de 2003
Su Reverenda Excelencia
Sirva la presente como respuesta a la notificación suscrita por el notario Don Mario Ugolini, por medio de la cual se me informa que el Tribunal que usted preside, no considera oportuno “que Mons. Annibale Ilari pueda asumir mi defensa (…) visto lo avanzado de su edad.”
Por este conducto, manifiesto mi rechazo a la designación de un Defensor de oficio y propongo nuevamente el nombramiento de Mons. Ilari, persona válida, notoriamente en actividad con sus trabajos de investigación y publicaciones. No veo porque su “avanzada edad” constituya un impedimento, visto que es la misma edad que tiene su Santidad Juan Pablo II y, no obstante ello, nuestro Santo Padre gobierna la Iglesia universal: ¿por qué un Abogado de su edad no puede hacerse cargo de la defensa de un padre en un proceso?
Le agradezco las felicitaciones que devuelvo de corazón y envío saludos afectuosos.
Padre Andrea D’Ascanio
El Tribunal se obstina en su postura:
Rev. Padre Andrea
(…) Este Tribunal no considera bastantes las razones aducidas para aprobar el nombramiento de Mons. Annibale Ilari como su Patrono y Abogado; por lo tanto, recusa la propuesta de nombramiento.
De cualquier forma, el Presidente del Tribunal, para la presentación de una propuesta de nombramiento de Patrono y Abogado, se le concede un nuevo término de 15 días, los cuales comenzarán a correr a partir de la fecha de entrega de la presente notificación.
Agotado el término concedido sin haberse recibido su propuesta, el Tribunal procederá a nombrar un defensor a quien usted deberá retribuirle los correspondientes honorarios.
Además, el Presidente del Tribunal, de conformidad con el canon 1455, §3 del Codex Juris Canonici, conmina a S.V. mantener en secreto el objeto de la causa que nos ocupa, así como los aspectos relativos al procedimiento en curso.
Atentamente
Don Mario Ugolini.Notario.
Obedecer, pagar y callar, según el canon 1455, §3 que dice a la letra:
“…siempre que la causa o las pruebas sean de tal naturaleza que la divulgación de los actos o pruebas ponga en peligro la fama de otras personas, de ocasión a controversias, produzca escándalos o inconvenientes similares, el juez podrá obligar a mantener la secrecía sobre lo que en el proceso se desahogue a los testigos, peritos, partes (con alcance a sus adversarios y apoderados.).
Conforme al can. 1455, §3 no se comprende en que sentido es referimiento a este articulo del Código del Derecho Canónico, ya que Padre Andrea D’Ascanio – JAMAS siendo convocado al Tribunal- no ha emitido tal juramento jamas.
El Padre Andrea D´Ascanio logró encontrar un Abogado dispuesto a ayudarlo y, apenas un día antes del vencimiento del plazo que se le había otorgado, lo comunicó al Presidente del Tribunal:
¡María, Reina de las Victorias! 4 de febrero de 2003
Su Excelencia Reverendísima:
En respuesta a la notificación suscrita por Mons. Mario Ugolini de fecha 18 de enero de 2003, recibida por su humilde servidor el 20 del mismo mes, propongo como mi Patrono y Defensor al Rev.Padre Settimio MARONCELLI, de la OHM, Oficial de la Congregación para el Clero y Profesor en la facultad de Derecho Canónico del Pontificio Ateneo “Antonianum”, con domicilio para oír y recibir notificaciones el ubicado en via Merulana 124b – 00185 Roma. Envío saludos cordiales. Padre Andrea D’Ascanio.
Por un descuido de la oficina de correos, el sobre con esta respuesta, enviado bajo la modalidad de “correo certificado”, se entregó al Tribunal con algunos días de retraso. Mientras tanto, el Presidente, Mons. Davino, acordó y emitió a la “Parte Convenida” el siguiente Decreto:
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
Ciudad del Vaticano Viernes 14 de febrero de 2003
En nombre del Señor.
Visto que:
– ha transcurrido el plazo de 15 días que se le otorgó para presentar a su Patrono de confianza (…);
– ha transcurrido la ampliación otorgada de 15 días para la presentación de su Patrono de confianza (…)
DECRETO
Se designa como abogado defensor de oficio de la Parte Convenida al Rev. Padre Janusz KOWAL, sacerdote jesuita.
(…) dispongo que la Parte Convenida se haga cargo del pago de los honorarios que le correspondan al citado Patrono designado de oficio.
S.E.Mons. Edoardo Davino (Presidente).
Respuesta de la “Parte Convenida”
¡María, Reina de las Victorias! 15 de febrero de 2003
Excelencia Reverendísima
(…) Le manifiesto a su Excelencia, que el 4 de febrero de 2003, expedí una carta enviada por correo certificado, en la cual le comunicaba el nombre de mi Defensor de confianza en la persona de Rev. Padre Settimio Maroncelli de la Orden de Hermanos Menores.
Anexo el comprobantes del envío de la misiva y copia de la carta en cuestión.
Con observancia
Padre Andrea D’Ascanio
S.E., Mons. Davino, debió haber aceptado al Defensor de confianza, su actuación no vino sino a demostrar fundada la sospecha inicial: su intención verdadera era llevar a juicio al Padre Andrea D’Ascanio y encomendar su defensa a un defensor de oficio de total confianza del Tribunal, acción sugerida desde el inicio.
Es interesante señalar que el Padre Janusz Kowal, jesuita, no habiendo podido ser nombrado Defensor del Padre Andrea D’Ascanio, se le nombró Promotor de Justicia, esto es, su acusador público. Los golpes escénicos en este proceso no dejan de asombrar.
Cerrada la etapa relativa al nombramiento del “defensor”, que luego se vuelve “acusador”, pasemos a examinar el segundo punto, destacando algunos fragmentos del abundante intercambio epistolar.
4. La continua petición de dinero que realizó el Presidente del Tribunal
a) El Presidente le pide al Padre Andrea D’Ascanio € 5,000.00
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe Sábado 29 de marzo de 2003
Ciudad del Vaticano
(…) El Presidente del Tribunal, vista la sentencia de Primera Instancia publicada el 27 de septiembre de 2002, de conformidad con el canon 1650 §2 de Codex Juris Canonici, dispone que el Padre Andrea D’Ascanio, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, deberá efectuar un depósito caucional a razón de € 5,000.00 (cinco mil) euros, mediante cheque de caja no negociable elaborado a nombre de “Congregación para la Doctrina de la Fe- Tribunal”, dicho documento habrá de entregarse al Notario en la Secretaría.
Con saludos afectuosos. Don Mario Ugolini. Notario
Examinemos el citado canon:
Can.1650 – § 2. El juez que ha dictado la sentencia y, en su caso, también el juez de apelaciones podrán ordenar de oficio, o a solicitud de parte, la ejecución provisional de una sentencia que todavía no haya causado ejecutoria o quedado firme; pudiendo emplear para ello, las medidas caucionales que considere prudentes, cuando se trate de resoluciones o de prestaciones ordenadas para el necesario sustento; o bien, para cualquier otra causa justa.
La caución prevista por el canon, si no se especifica como “otra causa justa”, bien puede ordenarse “de oficio”, sólo en el caso del “sustento necesario” de la parte que hace la solicitud. Por lo tanto, se debe concluir que los € 5,000.00 se le pidieron al Padre Andrea D’Ascanio para proveer el “sustento necesario” del Tribunal.
Comienza un intenso intercambio epistolar entre la “parte en causa” que solicita motivaciones precisas que fundamenten la solicitud y el Tribunal que continúa renovando la solicitud, sin ofrecer ninguna explicación:
Responde el Padre Andrea D’Ascanio:
10 de abril de 2003
Excelencia Reverendísima
(…) en su oficio del 29 de marzo de 2003, me fue solicitado efectuar en un plazo de 15 días contados a partir de la recepción de dicha notificación un depósito caucional de € 5,000.00 (…), con todo respeto, solicito una motivación que justifique la obligación de realizar el citado depósito caucional.
Con saludos cordiales.
Ante esto, el Tribunal no ofrece ninguna motivación, sino que se limita a renovar la solicitud de € 5,000.00 euros:
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
Ciudad del Vaticano, viernes, 11 de abril de 2003
(…) El Presidente del Tribunal hizo presente que la obligación de depositar la susodicha caución se da a entender en la Sentencia definitiva del Primer Grado y en la norma del can. 1650, §2 del Codex Iuris canonici. …
Con saludos cordiales
Don Mauro Ugolini. Notario
Dado que el Padre Andrea D’Ascanio no efectúa el pago, el Presidente del Tribunal le solicita de nueva cuenta el dinero:
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
Ciudad del Vaticano lunes 26 de mayo de 2003
Reverendo Padre
(…) el Presidente del Tribunal, su Excelencia Reverendísima Mons. Eduardo Davino (…) ratifica la obligación que le ha sido impuesta de efectuar un depósito caucional por la cantidad de € 5,000.00 (cinco mil euros).
En espera de su respuesta, le envío saludos cordiales.
Don Mauro Ugolini. Notario
El Padre Andrea D’Ascanio vuelve a insistir en su solicitud de recibir justificación para ello:
Roma a 11 de junio de 2003
(…) en respuesta a su oficio del 26 de mayo pasado (…), con todo respeto solicito que me haga del conocimiento a título de qué debo efectuar el pago de la suma que se me pide (€ 5,000.00: cinco mil euros).
No entiendo si la citada suma haga referencia a lo dispuesto en el canon 1650, puesto que la sentencia absolutoria de Primera Instancia sea apelada por el Promotor de Justicia.
Continúa el intercambio de solicitudes:
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
Ciudad del Vaticano miércoles 25 de junio de 2003
Reverendo Padre
Por mandato del Presidente del Tribunal Apostólico, hago de su conocimiento, en atención a lo preguntado en su misiva del 11 de junio de 2003, que la suma de € 5,000.00 (cinco mil euros) se debe pagar en virtud de lo dispuesto en la sentencia de Primera Instancia de la causa penal en cuestión, dictada el 27 de septiembre de 2002 (pág.115), cabe hacer la aclaración que dicha sentencia, no obstante sea confirmada o modificada, conserva todos sus efectos por lo que toca a los gastos.
Con saludos.
Don Mauro Ugolini. Notario
Finalmente se tiene una explicación sobre la solicitud de pago de € 5,000.00, la cual se basa en lo dictado en la sentencia absolutoria de la Primera Instancia, con más precisión, en lo dispuesto en su página 115:
En el Estado de la Ciudad del Vaticano las partes se hacen cargo de los gastos judiciales en la medida en que la causa les resulte desfavorable (cfr. Código de Procedimientos Civiles, 1 de mayo de 1946, art.23). Aplicando este criterio equo a la presente causa (cfr. Can. 19, 221 §1, 1752), el Tribunal condena a la Arquidiócesis de L’Aquila – parte principal a la que el fallo le resultó desfavorable, lo anterior visto que la causa del presente juicio fue promovida ante la CDF por S.E.R. Mons. Giuseppe Molinari- a pagar 4/5 partes del importe que establezca la autoridad competente como total de este juicio de primera instancia y el Padre Andrea D’Ascanio (o en su nombre, la Armada Blanca o, en subordinación, la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos), en su carácter de parte sucumbiente en grado notoriamente inferior, se le condena a pagar el 1/5 restantes del importe citado” (Tomado de la sentencia absolutoria de Primera Instancia).
No se comprende por qué el Tribunal no proporcionó desde el principio esta explicación que, a pesar de todo, no es jurídicamente correcta tal y como se le hizo notar a las máximas autoridades de la Congregación para la Doctrina de la Fe:
Roma a 28 de junio de 2003
(…) Le he insistido al Órgano Colegiado que me proporcione una explicación que justifique el pago de la suma citada.
Hago la aclaración que mi intención no es demorar el pago de la misma, sino comprender la lógica subyacente a la insistente solicitud de ese pago. (…)
Me esperaba que tratándose de una instancia de apelación, de la cual todavía no se precisa el objeto de la misma, subsistiendo todavía una sentencia de primera instancia a favor del Padre Andrea D’Ascanio, la decisión relativa a los gastos permaneciera suspendida hasta la resolución del procedimiento de apelación.
En verdad, según el derecho común (…) en caso de aplicación del can. 1650, sería cosa lógica que el Órgano Colegiado decretase una resolución que valiera tanto para el Padre D’Ascanio como para la contraparte que se encuentra obligada a pagar los cuatro quintos restantes.
Una resolución de esa naturaleza eliminaría toda sospecha de parcialidad en el asunto. (…)
La respuesta confirma la forma de actuar y la solicitud del Tribunal:
Congregatio pro Doctrina Fidei
Ciudad del Vaticano a 17 de julio de 2003
“(…)la obligación de pagar la citada suma tiene su propio fundamento en lo dispuesto en la sentencia de Primera Instancia, la cual, no obstante sea confirmada o modificada, conserva todos sus efectos por lo que toca a los gastos.
Por lo tanto (…) confirmo la solicitud hecha por el Presidente en relación con el pago de la suma de € 5,000.00 (cinco mil euros) y lo exhorto a dar cumplimiento expedito a lo dispuesto en la sentencia en cuestión. (…)”
Como se puede apreciar, no se da respuesta a los cuestionamientos, sobre todo a la falta de emisión de una “resolución con iguales efectos jurídicos, tanto para el Padre Andrea D’Ascanio como para como para la contraparte que se encuentra obligada a pagar los cuatro quintos restantes”, es decir, para S.E. Mons. Giuseppe Molinari, pues con esto se “eliminaría toda sospecha de parcialidad en el asunto.”
Puesta en evidencia esta ulterior praxis anómala del Tribunal y de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Padre Andrea D’Ascanio hace entrega al Notario de la Secretaría el “depósito caucional” de € 5,000.00 (cinco mil euros) y con ello se cierra este hecho fastidioso.
La primera, mas no la última:
b) El Presidente le solicita al “convenido” Padre Andrea D’Ascanio € 10,000.00 (diez mil euros)
El 6 de noviembre de 2004, el Padre Settimio Maroncelli, abogado defensor, le solicita a Su Excelencia Mos. Davino una ampliación del plazo para la entrega de la defensa del Padre Andrea D’Ascanio mediante un escrito en el que le informa que no le ha sido posible presentar la citada defensa en tiempo y forma “debido a un desagradable como involuntario accidente que le ocurrió a mi computadora: un virus literalmente destruyó todos los archivos que guardaba allí, entre los cuales, desgraciadamente, estaba también el correspondiente a la defensa que preparo del Reverendo Padre Andrea D’Ascanio…”
El Colegio de Reverendísimos Jueces acoge la solicitud a un precio de € 10,000.00 (diez mil euros):
«Se acoge la promoción presentada por el Reverendísimo Patrono, fijando perentoriamente la fecha de 2 de enero de 2005 (…) En virtud de la ampliación otorgada, este Órgano Colegiado considerado prudente la imposición de un depósito caucional a razón de € 10,000.00 (diez mil euros) a pagar por parte del convenido al Tribunal Apostólico en la Congregación de la Doctrina de la Fe dentro del plazo de 30 días contados a partir de la presente notificación.
S.E. Rev. Mons. Eduardo Davino. (firma)
Rev.mo Juez Mons. Brian Edwin FERME. (firma)
Rev.mo.Juez Don Sabino ARDITO, salesiano (firma)
Ciudad del Vaticano a 8 de noviembre de 2004.»
El “convenido”, el 2 de diciembre de 2004, responde solicitando una explicación legítima a esta nueva solicitud de dinero:
(…)Me permito solicitar a este Tribunal Apostólico una aclaración oportuna sobre el fundamente jurídico sobre el que se basa la citada caución y, precisamente en esta etapa del proceso…
A lo que S.E. Mons. Davino, Presidente del Tribunal, respondió:
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
Ciudad del Vaticano 10 de diciembre de 2004
(…) este Supremo Tribunal Apostólico ha recibido un escrito de promoción fechado 2.12.2004, en el cual se exponían circunstancias y reservas encaminadas a oponerse al requerimiento de pago de una caución fijada en € 10,000.00 (diez mil euros), la cual se estableció el 8 de noviembre de 2004.
Al respecto, me permito manifestarle que:
– la medida de apremio para el pago de una caución, como cualquier otra resolución judicial, debe ser cumplimentada en forma expedita por sus destinatarios;
– la caución impuesta tiene su propio fundamento jurídico en la propia resolución que la impone, esto de conformidad con el Código de Derecho Canónico.
Por lo tanto, reconfirmo en todas y cada una de sus partes la resolución del Tribunal de fecha 8 de noviembre de 2004 y hago de su conocimiento que el plazo para el pago de la caución fijada perentoriamente es el 18 de diciembre de 2004.
(…) Por otra parte, me permito recordarle la necesidad de actuar con presteza ante cualquier disposición dictada por el Presidente de este Supremo Tribunal Apostólico, sujeto jurídicamente calificado y con legitimidad plena, en ejercicio de sus funciones.
+ Eduardo Davino. Presidente y Ponente.
Obedecer, callar y pagar: “expedita”, “perentoriamente”, “presteza”.
S.E.Rev.Mons.Davino, como una explicación “jurídica”, afirma que él es el “Presidente de este Presidente de este Supremo Tribunal Apostólico, sujeto jurídicamente calificado y con legitimidad plena, en ejercicio de sus funciones.” El “Convenido” hace librar un cheque por € 10,000.00 (diez mil euros).
c) El Tribunal le solicita al “imputado” otros € 12,000.00 (doce mil euros)
Esta última disposición que el Supremo Tribunal Apostólico impone al “Convenido” que, a causa de la sentencia suscrita, quedan a cargo del “imputado”:
Los gastos del proceso, a cargo del imputado, son a razón de € 22,000.00 (veintidós mil euros), los cuales deberán ser cubiertos en este Tribunal dentro del plazo de un mes posterior a la notificación de la presente Sentencia, de dicha suma dedúzcanse los € 10,000.00 (diez mil euros pagados con antelación).
Hágase del conocimiento a cuantos tengan derecho.
Ciudad del Vaticano a 1 de febrero de 2005
S.E. Rev. Mons. Eduardo DAVINO (firma)
Rev.mo. Juez Mons. Brian Edwin FERME (firma)
Rev.mo. Juez Don Sabino ARDITO, salesiano (firma)
Este segundo proceso comenzó con la solicitud de € 5,000.00 (cinco mil euros) y continuo con la solicitud de 10,000.00 (diez mil euros), para concluir con la solicitud de € 12,000.00 (doce mil euros). Todo esto para un importe global de € 27,000.00 (veintisiete mil euros).
27,000 euros solicitados, con fundamento en el canon 1650 del Código de Derecho Canónico para el “sostén” de una Tribunal que:
– nunca escuchó al “imputado”;
– sólo exhortó a comparecer a un testigo;
– no quizó tomar en consideración las intercepciones telefónicas ordenadas por la Oficina de la Procuraduría de la República en L’Aquila, las cuales se efectuaron durante el proceso penal al cual se encontró sometido el Padre Andrea D’Ascanio en forma contemporánea y de las cuales se desprende en forma inequívoca la existencia de una conjura;
– dictó una sentencia con algunas pocas páginas, en la que se le imponen al “imputado” las siguientes sanciones:
(…) vista la razón de causa y por cuanto hasta ahora se ha deducido de hecho y derecho; nosotros, los suscritos Jueces de apelación, teniendo sólo a Dios ante los ojos e invocando el Nombre de Cristo, resolviendo con esto el procedimiento de apelación, declaramos y sentenciamos conforme a lo siguiente: se encuentra al imputado culpable de los delitos mencionados en el no.146 del escrito de apelación y, por lo tanto se le condena a:
«1) residir obligatoriamente en alguna casa de la Orden de los Capuchinos, la cual habrá de ser designada por el Ministro general de la Orden, con prohibición expresa de residir en el territorio del Abruzzo y el Lacio; además, no podrá, sin haber obtenido antes permiso del Superior del lugar, salir de los límites territoriales de la diocesis en que se ubique su domicilio;
2) sufrir la interdicción de las relaciones de todo tipo, incluso epistolares o telefónicas, con los integrantes de la Asociación Armada Blanca y demás asociaciones conexas;
3) se le revoca al imputado la facultad de escuchar confesiones sacramentales;
4) se le prohibe celebrar en público la Santísima Eucaristía, así como cualquier otro sacramento y Liturgia de la Palabra;
5) se le prohibe predicar y ejercer las funciones de guía espiritual.
Las penas que se le imponen al imputado carecen de término, por lo que pueden considerarse de cadena perpetua, la cual se agrava por la prohibición de ver y contactar en cualquier forma a las personas con las cuales ha compartido un camino espiritual convertido en Fe vivida y testimoniada.
El Padre Andrea D’Ascanio obedeció los mandamientos de la sentencia anteiror y desde hace 5 años no se sabe nada de él.
Pero, ya que no se consideraron suficientes las penas que se le imponían, se dictó resolución para comunicar dicha condena a las Autoridades Religiosas de todas las naciones en las cuales el Padre Andrea D’Ascanio trabajaba con la Armada Blanca.
En Polonia, durante el verano del 2005, en el santuario de Czestochowa, se entregaron volantes dando a conocer esta condena.
Cuatro años después, en el 2009, como para que la cosa no cayera en el olvido, se ordenó de nueva cuenta a las Autoridades Eclesiales, esta vez con destino a “todo el Orbe católico”, según dictaba la resolución en cuestión; que divulgaran de nuevo al público la sentencia.
El Comité Internacional continuará proximamente sus publicaciones
Tengo problema con brujas con espiritu todo me sale al reves cierro los ojos y veo cara diabolicas tambien en las imajenes, como laico como hago una auto liveracion he ido al sacerdote y nada por favor alludenme gracias