Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Regocijaos y alegraos; porque vuestro galardón es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Aquí está la parte que muchos quisieran saltarse. La parte comprometedora del mensaje. El círculo se cierra: Jesús es la verdad y por la verdad vale la pena ser insultado y perseguido. Es el compromiso máximo de un seguidor. Un discípulo de Cristo lo seguirá cuando esté en las buenas y, principalmente, en las malas. Los grandes hombres han sido siempre perseguidos, incluso los profetas, personas que «el mundo no merecía», fueron acerrados por la mitad, apedreados, maldecidos por la sociedad. Jesús mismo padecería la más ignominiosa de todas las muertes imaginables en esa sociedad del siglo I.
Es cierto que estas verdades son universales. Escuchemos al crítico que, con el Eclesiastés dirá, no hay nada nuevo bajo el sol, ya Buda lo había enseñado antes. Quizá. Pero lo que el Maestro está diciendo aquí es una prevención contra los malos entendidos: este es el camino que el Hijo de Dios está trazando y sus seguidores deberán pasarlo les guste o no. Ahí, en obedecer al Señor, se demuestra quién es cristiano de verdad y quién cristiano de teatro. Porque, hasta la bienaventuranza anterior, todo el mundo podría estar de acuerdo. Podríamos crear un programa ético y cultural basado en estas pequeñas sentencias. Está de moda aquello del multiculturalismo, tolerancia, responsabilidad social. Pues bien, el programa del Maestro podría ser planteado por un no creyente y todos aplaudirían. La izquierda diría que ese es el programa histórico de los movimientos progresistas de todas las épocas. La derecha diría que ese es el objetivo final de toda política pública. Secularicemos el sermón de la montaña y seamos felices.
¿Es válido mutilar el mensaje para embellecerlo? El Rabí galileo no truncó el sermón en la octava bienaventuranza. Dijo una más, la novena que sintetizaba el ministerio y que en el evangelio de Juan aparece con total nitidez: él es el camino, la verdad y la vida. Si uno quiere tener las características que exalta el Maestro, debe seguirlo y hacerlo el Señor de su vida. Es más, si uno quiere darle el pleno sentido al mensaje de estos pasajes, debe creer en Jesús. Y hacerlo con todas las consecuencias que significa eso. Aquí, en padecer por su causa, está la médula de la fe activa: el pobre lo es porque ha olvidado su ego y ha puesto a Dios en primer lugar; el enfermo puede soportar el dolor porque sabe que hay una realidad más allá de esta donde estará mejor, el humilde ha dejado que las cosas de esta tierra lo enreden porque sabe que hay una herencia superior, los sedientos de justicia saben que ésta sólo se consigue por obra de Cristo, los pacificadores creen en una paz que está más allá de la no violencia y los que padecen por la justicia saben que hay algo superior a la comodidad de vivir y dejar vivir. Ese «más allá», ese «algo», eso «superior» tiene nombre: Dios; un profeta, Jesús de Nazaret; un sólo camino para llegar, Jesucristo, y un asistente, el Espíritu Santo.
Jesús de Nazaret, constituido Señor y Mesías, vino a proclamar al Dios vivo y misericordioso y a prefigurar una realidad actual: el Espíritu Santo. Esto, nos guste o no, se llama cristianismo. Por eso, aunque sea políticamente incorrecto decir que los derechos humanos, que la paz mundial y que el desarrollo sustentable tienen una base cristiana, hay que recordarlo. Por supuesto, todo cristiano debe también recordar que Jesús nació, vivió y murió como judío. Jesús oró al Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Sólo así podemos decir con total seguridad que el programa de paz y desarrollo moderno tiene raíces judeo-cristianas.
Pero no nos quedemos en los asuntos políticos. El Señor de Galilea está diciendo que sus seguidores van a sufrir, que como todos los que levantan su voz para decir «Dios ha dicho…» (profetas) padecerán persecuciones. Los seguidores de Jesús son perseguidos por los que se oponen a la verdad de esta enseñanza, incluso cuando se digan… cristianos. Porque si un habitante de otro planeta llegara a la Tierra y leyera la historia del cristianismo, se daría cuenta que cristianos han asesinado cristianos. Qué patético espectáculo. Tendríamos que decirle a ese habitante que hay lobos disfrazados de ovejas y que al Maestro lo han usado para los fines más infames. Los profetas parecen tener un final trágico. ¿Nos atreveremos a preguntar en qué terminará el verdadero cristianismo?
Verdadero y falso, original y copia. Términos tan resbalosos que conviene ir con precaución extrema. El apóstol Pablo dirá en un pasaje revelador que Dios juzgará a los de afuera. He aquí otro engaño políticamente correcto: no juzgues al hermano. No es juicio, es llamado a practicar la metanoia que enseñó Jesús, a no temer a todo lo que viene cuando uno dice soy cristiano. El valor de ser (Tilich) no está en conquistar nuestro carácter, está en hallar a Dios y proclamarlo desde nuestra debilidad. Por nuestra debilidad. Por eso, porque no tendremos jamás el poder para ausentar a los perseguidores, Jesús exhorta a los justos que sufren por él (aunque parezca pleonasmo): el galardón es más grande que cualquier premio terrenal.
Este mensaje y la esperanza que trae consigo ha hecho que seres humanos tengan un sentido en esta tierra. Un sentido que, paradójicamente, no está aquí. Bienaventurados los seguidores de Jesús, porque un día lo verán.
El hecho de ser creyente o discìpulo de Cristo no significa, luego que hubo terminado las persecusiones de los primeros siglos, ser perseguido por causa del Maestro.
Creo que en todas las èpocas cualquier creyente que hubiese dispuesto su riqueza a favor de los pobres y enseñado a hacerlo, como sucede con los cristianos que guardan los mandamientos (sàbado), sì son objetos de desprecio y «persecusiones». La causa de Cristo es la obra con los pobres. La mayorìa enfermos: fìsico, intelectual y socialmente.
¿Què hace la Iglesia?
Ha callado ante la esclavitud, la colonia y el imperialismo…
me siento orgulloso de haber creido en jesuscristo y no me haberguenso de el su articulo me habrio una luz aunque estoy pasando por una gran prueba de salud tengo la esperanza en Dios
Qué opinan: ¿Este pasaje puede aplicarse a distintos aspectos de la vida?
Aquí Jesús dice que bienaventurados si por su causa somos perseguidos. Yo me pregunto a qué se refiere, específicamente, «la causa». ¿Solamente en religión? Por ejemplo, si yo hago algo en mi trabajo, algo que me parece a mí honesto y sincero, si me esfuerzo de verdad, pero a final de cuentas eso a nadie le gusta, despierto envidias, etcétera, ¿es lo mismo?
Si por ser verdadero, auténtico contigo mismo, te critican, ¿vale lo que dice Jesús? Yo creo que sí y eso me reconforta. Un saludo.
Para Behrn
Asi es Behrn todo la biblia se puede aplicar a tu vida diaria, como en el trabajo, yo lo hacia en la escuela y tambien me sentia bien.
y si llegue a tener problemas por la franqueza pero pensando que Dios todo lo mira es mejor y sales en paz.
Las personas que se sienten envidiosas por algo que lleva una buena causa se ve que nunca las haras felices, sea cual sea el caso si es porque te ves gordita, o te vez fea. etc. No les daremos gusto a los fariceos actuales que no les agrada si eres una comilona como Jesus, o si eres como Juan Bautista que casi no comia, tambien fue criticado por eso. serviriamos a los ojos humanos y no a los de a Dios
mi familia se rie de mi porqe voy a la iglesia y porque voy a un cura sanador que me hace bien y me reconforta el espiritu , escuche muchos relatos de gente que le hace bien y sienten igual que yo una paz espiritual ….lo trato de compartrir con mi familia y soy una loca ,,,pero YO sigo mi camino no me dejo influenciar por las criticas creo en JESUCRISTO y creer en el me da la paz que necesito para vivir esta vida, tan dificil y complicada con los seres humanos…….
con JESUS NUNCA ESTAMOS SOLOS….EL SIEMPRE ESTA EN NUESTRAS TRIZTEZAS Y ALEGRIAS ÉL ES INCONDICIONAL A NOSOTROS ……