Dice esta nota de El País:
El científico Stephen Hawking confió ayer en que pronto la ciencia dará, en lugar de las religiones, una respuesta definitiva a cómo comenzó el universo. Las leyes por las que ésta se rige, según Hawking, «no dejan mucho espacio para milagros o para Dios». Y recalcó: «La cuestión es: ¿el modo en que comenzó el universo fue escogido por Dios por razones que no podemos entender o fue determinado por una ley científica? Yo estoy con la segunda opción».
¿Será? ¿No puede ser que acaso la religión del nuevo milenio no tendrá que ver con el universo sino con el ser humano y su trascendencia? ¿No tiene que ver con el más allá? ¿Es el universo ese más allá? ¿No será el más acá? Por otro lado, creo que un ser humano puede ser científico y religioso, que ambos roles no son autoexcluyentes y que, al fin, la salvación no está en este mundo. Max Weber se lo dijo a sus alumnos de sociología hace cerca de 100 años: quien busca la salvación en la ciencia o en la política, está perdido.

Habría que preguntarle al Sr. Stephen Hawking, con el debido respeto de sus elucubraciones, que pensaría si en este instante él; de pronto recobrase la salud completa, -siendo su mal irreversible- .
¿A que, o a quienes atribuiría su sanidad? ¿A la ciencia o al milagro? Dirá con toda seguridad que fue la “ciencia” que lo restableció, en desdén del milagro. Su posición es harto conocida, como agnóstico que es, está como el panadero que defiende «sus panes», porque él, se cree el dueño de la PANADERÍA.
Hoy en día son del conocimiento general los distintos planteamientos e interpretaciones a la luz de las religiones, la filosofía y la ciencia, de las distintas propuestas para racionalizar la formación universal; y sabemos de las teorías sobre la Creación producto de un Dios laborioso [Nota 7: Judíos-Cristianos-Islámicos]; de las teorías de ser emanaciones y reflujos de un Dios que descansa y duerme [Nota 8: Hinduistas-Budistas (Entendiéndolo como principio pasivo)]; de los principios, para otros, de ser partes integrales de un todo que nos contiene y al mismo tiempo lo contenemos a él [Nota 9: Taoísmo] ; a la vez que la teoría del BIG BANG, o gran explosión, domina el campo teórico científico; siendo a grandes rasgos algunos de los principios filosóficos, religiosos y científicos sobre los cuales se sustentan grandes corrientes de pensamiento, en la humanidad.
No importa para nosotros, por tanto, si el hombre estuvo en el paraíso y lo abandono, o si es que venimos en degradación cíclica, ó si somos materia en evolución progresiva y por lo tanto perfectible. Lo único cierto es que somos y quiérase o no, somos parte o producto de eso que también Es. [Nota 10: Lo cierto es que estamos inmersos en la totalidad de lo que Es o sea el Universo] Como ya se había aclarado, el propósito de este escrito no es polemizar sobre las distintas corrientes de pensamiento, pero si es bueno que el lector note las afinidades que pueden haber entre las distintas corrientes, y que en el fondo solo difieren por la manera como se les mira, como en la anécdota aquella de los esposos que se pelean por que uno quiere la ventana a medio cerrar y el otro la quiere a medio abrir.
Volviendo a los conceptos de cosmogénesis, lo cierto como decía, es que somos dentro de eso que también es y por tanto, lo lógico es que contengamos en nosotros aquello que nos hizo ser, y para que esto no sea asimilado a una idea meramente religiosa, en el caso de la simple materia, por ejemplo, un mineral cualquiera, sabemos que esta constituido por los elementos o partículas que lo hacen diferir de los demás, a la vez que esas partículas están integradas por elementos cada vez más pequeños, susceptibles de dividirse también, hasta lo que hoy se conoce como la ciencia atómica y sub-atómica, para disolver todo en aquello que puede ser ese gran caldo de cultivo o energía pura, de la cual volvería a reorganizarse todo y a manifestarse dentro de los niveles conocidos, de manera que dentro de un racionalismo formal, es posible conocer o comprender nuestra génesis. Es elemental también, que estando organizado todo lo existente en principios relativamente estables que la ciencia puede cuantificar y calificar como leyes, nuestra génesis responde también a esos distintos ordenamientos, los cuales se manifiesten en nosotros, para poder ser, y por tanto en nosotros contengamos la respuesta, sin que esta afirmación constituya, por tanto, un sofisma de orden religioso o moral. No son sólo las leyes de la física como constitución material, o las de la química como proceso dinámico y orgánico, o las de la fisiología o del metabolismo superior, lo que nos determina, sino que todo ello está sustentando en un principio determinante que hace que todo sea como es y no de otra manera, y por tanto ese principio forma parte de nosotros mismos, por tanto susceptible de ser conocido y controlado, aceptando que la Inteligencia y la Conciencia humanas son los más altos grados de expresión material de esos procesos o leyes, luego herederos naturales de aquello que le da sustento a la realidad. [Nota 11: El conocimiento del Genoma humano solo conduce a comprobar que las gestiones de nuestra naturaleza humana ya están programadas, necesitándose únicamente llenarse los requisitos externos para que se cumplan dichos programas, incluida la posibilidad de alterar esos programas] Una de las preguntas, entre tantas que surgen hasta aquí, es de cómo o cuál es el medio para producir y participar en este proceso de manera racional y ordenada, concientemente, para redescubrirnos en esa génesis constitutiva que se intuye con facilidad. No se necesita, por tanto, ser gran erudito de las ciencias tradicionales o de las grandes corrientes filosóficas ya que ello puede constituirse, en cambio, en un lastre por la fijeza mental que ella acarrea, la erudición, a la vez que querer racionalizar y entender todo desde el plano mental aplicado únicamente a la manifestación material, tomando a esta como un fin y no simplemente como lo que es, una manifestación, o mejor todavía, un nivel de manifestación de aquello que Es, esa manera de enfocar la comprensión de las cosas, daría o da por resultado precisamente el efecto contrario, por que mal haríamos en afirmar que la mejor manera de poder dar vuelo a nuestra comprensión, remontándola sobre el todo, para mediante la afinación de los sentidos distinguir las partes que componen ese todo,(Don del Águila), mal haríamos en decir que ello se obtendría aferrándonos con fuerza a una de las partes que componen ese todo. No en balde es reconocido por todos los pensadores y en todas las corrientes de pensamiento atinentes al tema en cuestión, la necesidad de dejar a un lado todo aquello que cause apego o una identidad del ego al medio circundante, incluida la religiosidad ya que ella, o mejor, la religión, es el culto a lo incomprendido que se nos explica como misterio, y que responde a algo reconocible, comprensible y controlable por formar parte de nuestra propia naturaleza. ¿Y cómo se puede cumplir ese propósito de desapego? He aquí otro interrogante más, que en su debido momento volveremos a él. Es por tanto importante en este aspecto relativo a la explicación cosmogónica, dar por hecho y aceptado en nuestra Mente, que formamos parte de un todo que es por sí mismo y en sí mismo, y que como partes de ese todo contenemos esos mismos valores y principios del ser, y que al indagar sobre ello, contrariamente a lo que podría afirmarse de creer que ese conocimiento nos haría más reales o afirmativos en un sentido material, por el contrario ese conocimiento nos diluye, entre más lo profundizamos, nos diluye cada vez más en esa esencia del Ser, para poder comprender nuestra propia realidad de existencia y propósito, y traspasar o trascender de esta manera la condición de ser no un fin en sí mismos, sino un medio o un nivel de manifestación dentro de ese todo.
Apartes del libro El Conocimiento Trascendente (2007) de J.B.M.
Los conceptos sobre un Dios que siempre se mantiene en secreto y misterioso ante los seres humanos, lo único que hace es daño al desarrollo integral de la humanidad. Lo mísmo que creer que por que se conocen los mecanísmos sobre la forma como opera la naturaleza ya excluye cualquier conocimiento o presencia de una Conciencia superior, son solo maneras de ver las cosas.
Para entender un poco, mejor, les invito a conocer el Mapa Antropomórfico de El Conocimiento Trascendente en la página http://www.uctrascendente.es.tl y encontrar como Ciencia y Religión se integran realmente, en un proceso dinámico y único, donde los seres humanos (entiendace, Científicos y Religiosos) disertan cada uno en su perspectiva sin que la una este desligada de la otra.
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