El amor del Padre

Juan 3:16-21

El versículo 16 es uno de los más citados por propios y extraños. Así, extraído del contexto, suena «bonito». Pero cuando recordamos que esto es parte del sermón a Nicodemo, la escritura cobra mayor significado. Aislado, el versículo es usado para animar incluso a aquellos que todavía no creen. Sin embargo, el pasaje completo es de gran trascendencia para entender el ulterior desarrollo del movimiento de Jesús. Aquí está la médula de la soteriología cristiana:

1. Jesús es el Hijo enviado por el Padre amoroso.
2. Su misión es salvar a toda humanidad.
3. El centro de esa salvación es la fe en la persona de Jesús.
4. Aquel que cree «obra la verdad» y quien así lo hace vive en la luz. Lo contrario es propio de la oscuridad. Por lo tanto, Jesús predica la luz, esa luz que ningún tipo de tinieblas puede callar.

¿No son estos versículos la esencia de la doctrina cristiana? Y al mismo tiempo, ¿no está aquí la médula de la praxis cristiana? Y todo esto se lo dijo a un líder judío. Ay, Nicodemo, quién como tú.

Digámoslo ya para que el lector concentrado no se quede ansioso: la iglesia hasta ahora no forma parte de la predicación del Maestro. Suspiremos, pues, y esperemos el desarrollo del evangelio.

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