Leía esta semana Lucas 9:10ss, la alimentación de los cinco mil. Pensé en quien presume a sus 3500 personas en 26 años, con contribuciones de dinero ordinarias, especiales y ultra especiales; en las veces que yo me preocupé por el lugar, el micrófono, las sillas, los ventiladores, el programa de canciones. Y vi al Maestro que, sin campañas evangelísticas, sin presupuesto anual y sin un equipo de ingenieros de audio simple y sencillamente alimenta a esa multitud. Reunir esa multitud tomó un año, más o menos.
Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos
Los tiempos cambian, me dijeron, hoy sin dinero no avanza el reino…