A un año de mi salida, escribí una carta para los líderes de la ICMAR… aquí la pueden bajar en PDF: carta a los líderes icmar y, obvio, distribuir, si quieren. 🙂
México, D.F., 11 de febrero de 2014
A LOS LÍDERES DE LA IGLESIA DE CRISTO EN MÉXICO A.R (ICMAR)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete (Apocalipsis 3:15-20)
Hace un año decidí salir de su iglesia. En todo este tiempo no he dicho sus nombres pero quien me ha leído sabe a quien me refiero. En todo este tiempo sólo uno de los suyos me llamó para saber qué pasaba. Todos ahí dentro decidieron aplicar lo que saben hacer muy bien: la muda indiferencia. Al desviado, dicen ustedes, no le hagan caso. Aplican, a su conveniencia, esta escritura:
No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos, no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa. (Proverbios 22:11, 24, 25 NVI)
Por supuesto, no suponen que a ustedes mismos se les puede aplicar y, de hecho, lo hacen, miles de hermanos que, a lo largo de más de un cuarto de siglo han decidido alejarse de ustedes, sus enseñanzas y su grupo. Son ellos los que han descubierto algo que, tan evidente, parece mentira que uno tarde tanto en aceptarlo: la ICMAR es una secta y quienes la dirigen son sectarios que quieren preservar esa institución por diversos motivos.
Pero el objetivo de estas líneas no es decirles algo que ustedes saben de antemano. Tampoco es el de convencerlos de lo errados que están. Mucho menos se trata de explicarles que sus mentiras sobre mi y mis hermanos son eso, viles falsedades de la verdad (Venegas amargado, Venegas frustrado, Venegas resentido, etc, etc, etc). Lo único que deseo es compartir con ustedes algunas preguntas que me han hecho… sus propios miembros. En su momento, yo se las hice a algunos de ustedes y no me respondieron. Quizá, miren qué cosas, si ustedes tratan de responderlas ahora, yo podré, a su vez, responderlas a sus feligreses. Digo, que su maestro Arturo les cuente cómo le ayudé a que algunos de los suyos no se fueran con la secta enviada por Kip. No son muchas páginas, de verdad. Son pocas y quizá hasta divertidas le suenen.
Empecemos por lo básico. ¿De qué trabajan? ¿Cuál es su oficio? ¿Por qué les pagan lo que les pagan? ¿Cuánto les pagan por hacer eso? Seamos sinceros, ustedes y yo lo sabemos: despidieron a dos líderes con los sueldos más altos entre ustedes. No contrataron a nadie. No nombraron líder de súper región a nadie más. Y aún así, no hay
dinero. ¿Por qué los hermanos de Chalco, por ejemplo, dejaron de reunirse en su salón y ahora se fueron con los de Ixtapaluca? Les han respondido: ya no hay dinero. El amor al dinero, señores, es origen de todo mal. Una aclaración sobre qué hacen y cuánto les pagan por eso no estaría mal. Pero pueden continuar con su idea de “cuidar los corazones” de los hermanos y seguir manteniendo en secreto sus finanzas.
También me han preguntado una y otra vez por qué son tan parcos al anunciar salidas de hermanos con cierta trayectoria. No dicen nada más que algo como esto:
“El liderazgo de la ICMAR (o de Los Ángeles) les informa que tal líder deja el ministerio por necesidades de su corazón. Esperemos que en el futuro regrese a su antiguo puesto. Por su atención, gracias”.
¡Apenas un tweet y medio! ¿De verdad no se dan cuenta que en lugar de informar desinforman? Hace poco publiqué que Carlos García sería despedido del ministerio. ¿Saben cuántos lo sabían? ¡Nadie! Me parece una descortesía básica explicar a sus feligreses la toma de decisiones.
Ya que llegamos aquí, habría que responder algunas otras preguntas:
- ¿Por qué Leonel salió de Venustiano Carranza pero siguió en Aragón donde, según ustedes, todo estaba muy bien? ¿No se suponía que él era el malo del cuento? ¿Por qué estuvo un año y lo sacaron de manera poco menos que degradante?
- ¿Por qué han dejado que el oriente se descomponga más y más? O sólo era Leonel o bien, Marco, Edgar, Marín, Enrique son unos héroes que su líder ha sabido cuidar como nadie para que no se contaminen. Si es cierto que las cosas ahí en el oriente están tan mal como Mario, Humberto y Arturo dicen, ¿quién se hace cargo del desastre? Porque me queda claro que, para ustedes, los que acabo de mencionar son inocentes.
- Y hablando de eso, ¿ahora se permite que los líderes tengan disputas a tal grado que incluso los hermanos se dan cuenta? ¿Quieren hacer enojar a Edgar? ¡Díganle que se parece a Marín y verán lo que pasa! ¿Ustedes le dieron el consejo a este mismo Edgar para que fuera a prácticamente emboscar a hermanos que asociaban conmigo? Seguro les contó eso, ¿no? Que fue a discutir y a gritarle a Albino, nuestro anciano y amado hermano al que Edgar acusaba de soberbio. ¿Lo premió Andoreni con ser su consentido? ¡Ah!: lo premiaron porque es el único que crece.
- ¿Por qué muchos me dicen que Mario sabe hacer muy buenas excursiones, fiestas y mantener relaciones públicas excelentes? O más o menos: contrató a alguien que decía que si la ICMAR no lo contrataba, él se iba a otro grupo donde sí le pagarían. ¿Vieron la reacción de los hermanos ante la renuncia de Alex? ¿No se supone que es un privilegio, un proyecto de vida, trabajar para su grupo? Parece que para triunfar y ser exitoso se tienen que alejar de los ministros de su grupo.
- ¿Por qué Humberto me llamó para que lo apoyara en “la transición” o sea, en sacar a Leonel? “Aguanta, jefe”, me dijo por teléfono. Él vio de primera mano lo que estaba pasando ahí y me llamó y luego me dejó de llamar. Parece que no quiere que lo asocien con problemas. ¿Se le olvida cómo trató a los jóvenes misioneros que venían de Aguascalientes? ¿Ya olvidó ese proceso? Ahora, como dicen que predica bien y que en GAM todo es como el Nirvana de la ICMAR, nadie lo toca. Muy bien, al menos háganlo saber a sus feligreses: Humberto es intocable y tan bueno que catapultó a una pareja a Boston.
- ¿Por qué Arturo y Alex hacen “cosas” en sus regiones pero no se anuncian ni se promueven en el resto de la ICMAR? ¿A qué le temen? ¿A que se enojen por sus visiones sobre el discipulado, el noviazgo, el manejo del dinero y hasta el liderazgo? Ellos me decían sin tapujos: “eso que me dices pasa en el oriente salvaje pero en nuestras regiones no pasa eso”. Arturo me llegó a decir: “no me confundas con tus líderes, yo sí soy diferente”. En sus iglesias, porque eso son, sus iglesias, ¿se permite que las solteras tengan novios de otras congregaciones? ¿Se permite que la gente no ofrende y nadie les diga nada? ¿Que no tengan un discipulador único? ¿Que tengan más tiempo cantando que escuchando la Palabra? ¿Que los manden a “buenas iglesias” cuando salen de la ICMAR?
- En el oriente, Marín acusó en público a un hermano de ser poco menos que pederasta. Lo exhibió ante toda la comunidad. Ahora, el mismo hermano canta en el coro y todo bien. ¿Se dan cuenta de lo grave de esto? Si es cierto lo que dijo Marín, ¿por qué el hermano continúa? Si es mentira, ¿por qué Marín sigue? Lo que dijo ahí no es un asunto interno: es un delito y grave. Si tienen conciencia, él y ustedes deberían estar muy preocupados.
- Y hablando de delitos: ¿algún día van a explicar por qué primero ustedes denunciaron un desfalco, luego ustedes fueron los denunciados y hasta a la cárcel estuvieron a punto de caer? Se fueron algunos, se quedaron otros, y la ICMAR siguió como si nada. Otro caso de esconder la verdad para “cuidar el corazón”.
- ¿Cómo consideran su pasado? ¿Qué les cuentan a sus hijos sobre el pasado ahí? Pueden contarles que algunos líderes acusaban a otros de homosexualidad, que otros eran de ojo alegre, que su fundador en México se divorció, que su segundo gran líder es cuñado de su fundador (bueno, esto no es culpa de nadie, yo también tengo cuñados ahí dentro y no son como yo… gracias a Dios), que se iban a jugar golf para ganar a “los más picantes”, que las zonas conurbadas pobres siempre, siempre fueron menospreciadas, que en algún momento entre 2001 y 2003 prácticamente toda iglesia grande de provincia quiso saber nada de la ICMAR. Mientras eso pasaba, ¿qué hacían ustedes?
- También pueden responder a las preguntas doctrinales que me hacen sus miembros. Pocos pueden explicar las convicciones básicas, casi nadie sabe dar razón de la trinidad ni del bautismo ni de lo que pasa después de la muerte ni de la gracia ni del perdón ni del diezmo ni del Espíritu. ¿Podrían ayudarme un poco dándoles más que sermones repetidos y citas de grandes autores de motivación personal?
¿Qué hicieron para que surgiera un Luis Venegas? Alguien debería hacerse esa pregunta mínima. Pasé 16 años ahí dentro. Los años más importantes en la formación del carácter de un ser humano. O qué, ¿le echarán la culpa a mis traumas de infancia? Por otro lado, pienso en los nombres que escuchaba hace 17 años y son los mismos, exactamente los mismos, que hoy escucho. Se ha perdido una generación y ahora queda la generación de sus hijos: ¿ahí sí harán bien su trabajo? ¿Cuántos embarazos no deseados y cuántos hijos que no quieren bautizarse necesitan para sentarse a ver qué pasa? ¿Cuántos hermanos valiosos, genuinos en su fe, deseosos de crecer en su relación con Dios van a seguir perdiendo? Un día, quizá, se sepa cuántos se han ido. Pero puedo hacer una cuenta rápida: si en 1999 nos decían que éramos “casi” cuatro mil y hoy dicen que son “casi” cuatro mil, lo que resulta es a) que no han crecido nada, b) que han bautizado pero se han ido miles (¿unos cinco mil en diez años?). ¿Qué han hecho los Elizarras, los Vargas, los Espinozas y otros apellidos famosos para detener eso? Algo, seguro algo… pero no se ve claro qué.
Ahora bien, si ya llegaron a este punto, quiero decirles que yo también he hecho un mea culpa. Por supuesto que soy culpable de cobardía: cuando me di cuenta no hice más para que la cosa cambiara. Permití, por omisión, que las cosas empeoraran. No huyo ni escondo ni minimizo eso. Estaba seguro que alguien lo podría resolver. De hecho, me sentía cómodo en esa secta: volcaba mis ímpetus críticos contra los críticos de la ICOC, contra las comunidades que francamente estaban peor que nosotros, contra los pobres hermanos que iban con más culpa que un condenado a muerte. Sí: lo hice o lo dejé hacer. El miedo y la ignorancia no me eximen de responsabilidad. Créanme que este camino de libertad que he elegido no es como ser un hippi de la fe. La tarea de des-aprender y de quitarme de mi el sistema no ha sido fácil.
Pero, no dejemos que esto sea hablar de mi. No. Sólo les llamo a que reflexionen. Si siguen con sus erradas prácticas, seguirán mandando al infierno de la amargura, el miedo y la esclavitud mental a cientos de personas. Su sistema ya caducó. Pero un enfermo en estado de coma puede permanecer así por décadas. No quisiera que fuera su caso. Pero mientras sigan considerando “histórico” a un evento tan limitado como su reunión de líderes de todo el país del año 2013, o mientras mis “herejías” las combatan tan mal como la clase de Arturo de hace un año, las cosas ahí irán de mal en peor.
Tienen, lo sabemos ustedes y yo, hermanos extraordinarios. No abusen de ellos. No abusen tampoco de la ignorancia propia y ajena. Un líder en el oriente me dijo un día con la clásica soberbia: “yo no sabré griego o hebreo, pero cada semana me esfuerzo en darles una clase que hable de Dios”. Pues el diablo sabe más de eso que ustedes. Les pido, encarecidamente, que enseñen a los suyos: eso de amenazarme, de que yo les de asco, de que les digan “ya te pereces a Venegas”, como si fuera un insulto, eso: ¿creen que es correcto? Digo, yo estoy “mal”, yo estoy “resentido”, yo “no perdono”, pero, ¿ustedes y los suyos?
En fin, líderes y ministros. Aquí estoy. Saben dónde encontrarme. Podemos echarnos un café (sé que podría ser una cerveza, los he visto, pero a mi no me gusta la cerveza). Podemos platicar como iguales (no como lo que están acostumbrados ustedes: a hablar como superiores). Podemos discutir con civilidad (no mandando al infierno al otro). Podemos incluso crecer en esa convivencia. O podemos no hacerlo.
Recuerden:
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12).
Por si quieren charlar, aunque sea un año después, aquí me tienen, tan dispuesto como ustedes quieran.
Saludos sinceros,
Luis F Venegas
PS.1.- Pueden nombrar, como suelen hacerlo, a un representante de entre ustedes para que hable en nombre de todos los ministros aludidos u ofendidos. No tengo problema con eso y de alguno de ustedes tengo hasta su Whatsapp! Digo, también pueden hacer caso omiso y tampoco tengo yo ningún problema.
PS2.- Si quieren, también pueden compartir esta carta entre ustedes. La velocidad con la que ciertas noticias corren ahí dentro es impresionante.
Buenos Dias Luis yo perteneci a la iglesia de cristo en cuba y para mi ha sido interesante leer tu blog y conocer algunas interioridades e historia de la iglesia en Mexico me gustaria que algun dia realizar as algun articulo de la iglesia en cuba sobre tus puntos de vista y de como se maneja todo eso en Mexico
No se como di con esto, pero te felicito por ser valiente me caes bien¡¡¡, Conocí de la iglesia en el 97, seguramente ya estabas no te recuerdo, pero gracias por toda la información , seguiré leyendo tus artículos bendiciones¡¡
Tengo 3 meses de ir a la iglesia de cristo en mexico Orienteme si debo seguir lo que busco es conocer amar respetar y enseñar de mi padre dios. No se que hacer orienteme
yo de igual manera llevo poco tiempo de estar en ese lugar y a sido una experiencia tal que después de un estudio de obscuridad, amenazas y muchas tonterías mas muy difícilmente sigo adelante