Una sola carne

Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne (Génesis 2:24)

Hay a quien le encantaría que este versículo dijera: “Por tanto el hombre irá ante un representante de Dios o del Estado para que les de la bendición, dejará a su padre y a su madre y serán una sola carne”. Me he topado con parejas bien establecidas, que por años han vivido juntos, que han criado a sus hijos e incluso ya son abuelos. Pero nunca nadie les dio una autorización, una bendición, un papel que dijera que esos tales son un matrimonio. Entonces, un día el papá le dice a la hija “me voy a casar con tu mamá”. Inicia una bonita celebración familiar donde los padres se van a casar porque por veinte años quién sabe qué eran. Cuando esto se traslada a la iglesia, la situación es todavía más dramática. No sólo no son matrimonio: están en pecado. Y mientras no se casen, Dios no los mira con agrado. Por supuesto, en nuestras culturas, una boda no sólo es ir ante el juez o ante el ministro a solicitar su oficio de autorización. No. También es gastar para la celebración. Como algunos no pueden o no quieren hacer tal gasto, esa pareja no casada pero viviendo juntos, termina siendo la apestada de la iglesia. No puede ni siquiera aspirar a un puesto dentro de la estructura: incluso su mismo cristianismo está bajo sospecha. He visto casos de verdadero terror emocional: “si no te casas, sigues siendo una hija del diablo”, “Dios te vomita y no puedes ser su hija porque vives con un hombre”, “tu pecado se llama fornicación y mientras no lo dejes, estás lejos de la gracia”. Las parejas así, terminan fuera porque la presión para tener el papelito es muy fuerte. O bien, terminan rendidos ante lo evidente: si quieren ser parte del club de fans de Dios, deben obedecer las reglas de dicho club. Esta obsesión por las obras, disfrazada de piedad, es una trampa del demonio, es lo peor que le puede pasar al cristianismo. Metidos en un lío de confusión de cultura, religión y buenas intenciones, el matrimonio ritualista se convierte en un instrumento de dominación y manipulación constante. Me gustaría decirle a esas personas engañadas: no, Dios no lo ama menos porque no tiene el papel del juzgado civil. Dios lo ama porque sí, porque así quiere. Goce de ese amor… y del amor de su pareja.

3 Comentarios

  1. Alberto dice:

    «Ritualista» me parece algo cínica tu postura… es claro que la Biblia habla de bodas en el AT y en el NT: «Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado.» (Apocalipsis 19.7)
    Una idea un tanto machista, que deja a la mujer a la «buena voluntad» de su pareja. Se podrá alegar que el que no quiera respetar, no respetará ni los votos hechos ante la ley o ante Dios, pero eso al menos ya implica una cierta consecuencia para tomar en cuenta.

  2. no estoy de acuerdo en la forma en como insultan a las personas, nadie es mejor que otra ni aun por llamarse o ser cristiano.. como que eres una hija del diablo, o que dios te vomita.. aveces las personas creen ser muy espirituales y utilizan palabras tan ignorantes como esta. yo creo que por amor a la persona , por el deseo de ayudarla a estar bien con dios, se le explica. pero insisto no estoy de cuerdo con ese supuesto «celo de Dios».
    ahora bro, ya me revolvi.. osea entonces segun la biblia, segun dios… que es correcto ante sus ojos?? estar casado legalmente, o uno puede vivir en uniòn libre?
    la mayoria de ustedes se casaron, y lo icieron en la icmar porque creyeron en que iban a recibir la bendicion de Dios, pero tambien lo hicieron por el civil…
    tu que aconsejarias a una pareja, si llega y han vivido por 15 años juntos, con hijos y ellos no desean casarse porque no lo creen necesario, que les dirias,, que estan bien?
    o si se les debe ayudar a casarse..
    olvidemonos de la fiesta, del mole y del arroz… que es lo correcto delante de Dios, haciendo a un lado que son hijos del diablo?

  3. igorporras dice:

    Entiendo el punto en contra de exigir el ceremonial, tan fastuoso de una boda a todos los creyentes, sin importar la capacidad de poderlo realizar. Entiendo el punto en contra de no mostrar amor a aquellos que no realizan el tramite a la manera que la sociedad occidental está acostumbrada. Pero en el resto de la Biblia aparecen ceremonias de contrato de matrimonio, y no parece Dios negar que deban existir esos contratos, tiene la existencia de ellos una razón en vista de la pecaminosidad del ser humano. El pecado radica en no ver la unión entre dos personas como algo serio, con o sin papel, y usarlo solo para dar rienda suelta a un pecado que si es condenado por Dios, como la fornicación (que sería poco entendible y discutible si no existiese el contrato de matrimonio), y por otro lado, el pecado radicaría en no mostrar amor y misericordia (que se engloban dentro del segundo gran mandamiento) a aquellos que no hacen las cosas como la sociedad espera. El hecho de que no haya habido una ceremonia de boda en Génesis 2 es más que claro, Solo estaban los tres interesados, Dios, Adán y Eva. El hecho de que en el resto de las Escrituras haya muchas y variadas maneras de contraer matrimonio, indicaría que en sí el ceremonial no es lo que cuenta, sino el hecho de hacer ese «contrato». Así que yo pienso que hacer un contrato matrimonial es necesario por que así lo marca las leyes del Estado, que tener una boda religiosa, pues debe dejarse al criterio de los esposos, y no debe exigirse que sea con traje de novia, y con adornos, y damas, y todo ese absurdo. Que las personas que no han contraído matrimonio en los parámetros definidos, pues ¿Dónde dice en la Biblia que debe haber todo lo que hay en una boda religiosa? bastaría con estar los interesados: Dios, los esposos, y los padres de ambos.

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