Pero vosotros habéis menospreciado al pobre (Santiago 2:6)
“Todo se lo debes a la iglesia”. Una y otra vez me lo dijeron. Cuando estaba dentro, esta frase funcionaba para que no me fuera. Cuando estuve fuera, era un reproche por lo malagradecido que había sido. Ellos lo creían. Había algunas evidencias de que era cierto. Muchas personas llegan ahí con vidas destruidas, con una visión terrible de sí mismas, con dependencias enfermizas hacia sustancias, personas, grupos. El típico converso viene de un desastre personal y su último recurso es la religión. Es ahí, en esa institución, donde le llenan de sentido, donde le dan una guía para que sienta que pisa en suelo firme. Es ahí donde tiene esa epifanía, esa revelación de que hay algo por lo que vale la pena seguir vivo. Esa persona vive con entusiasmo y con pasión su nueva vida. ¿Cómo alguien se atreve a cuestionar su ancla a la felicidad? Si esa persona, además, empieza a tener autoridad, afirmación, la institución tiene ganada la lealtad casi absoluta del converso. Porque, además, en algunos casos, esos conversos se vuelven profundamente incompetentes en la sociedad. Mientras que la sociedad los mira como mediocres por no pasar de ser taxistas, albañiles o profesores, en su iglesia aparentemente los valoran y puede ocurrir que el taxista sea el líder espiritual del gerente de una poderosa empresa. Pero esto es una excepción y no la regla.
Cuando uno mira a los verdaderos jefes de la institución y observa con detenimiento sus intereses y ambiciones, se lleva sorpresas. ¿Cuántos siguen diciendo que dejaron mucho por estar en la iglesia? ¿Cuántos son mirados como “héroes” por rechazar el nombramiento de alguna corporación y dedicarse de “tiempo completo” a su iglesia? Los hermanos que no son dueños de títulos y dinero son, a lo más, buenos servidores, leales, pero no verdaderos “líderes”. Noten cómo la ambición de muchos de esos pastores es tener la misma vida que un alto directivo de una empresa. Y en el fondo, el taxista leal jamás es reconocido ni en la sociedad (cosa que no le importa) ni en su iglesia (tragedia total). Les duele saber esto: las grandes decisiones no son tomadas por ellos sino por los que ambicionan tener la vida que el mundo según ellos les daría de no estar ahí. Sus autos, casas, viajes, ropa lo demuestran: estos pastores desprecian y miran hacia abajo al converso entusiasta pero pobre.
No. Tan feo como es, en esas iglesias donde se ambiciona un estatus en el mundo más que uno en el cielo, no tienen cabida los que simplemente quieren atesorar oro en el cielo. Unos viven en el más acá y otros en el más allá. Y visto así, a muchos de esos líderes les queda perfecta la frase: ellos sí le deben todo a su iglesia. Y por tanto, no dejarán ni soltarán el negocio.
Pensé que ibas a escribir un buen comentario acerca del versículo que anotaste, con su correspondiente exhortación para la iglesia… y solo me tope con lo que te hicieron en la congregación que asististe y de lo que ves en ciertos líderes…
Como que en este blog hay pocas propuestas y muchos resentimientos. ¿El autor es cristiano? Por eso me encuentro mejores publicaciones eh las huestes católicas.
creo que tienes mucha razón hay mas resentimiento en el análisis que un sincero deseo de clarificar las cosas esperemos que el hombre pueda darse cuenta de esto
Alberto.
Soy un seguidor de Elohim, cuando digo «seguidor» es por que aunque estoy buscando la verdad todavia me falta mucho que aprender, la forma en la que Luis explica este comentario es correcto, en el mundo solo importa el dinero, y muchos de los «supuestos» lideres solo buscan ser mantenidos por la gente, entiendo que las escrituras explican que es una ley: Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2ª Crónicas 31:5.
Claro esta evidencia cuando viviamos en viejo testamento tal como lo dice: Hebreos 8:13 y Pablo: Galatas 3.2 al 3 ya no es necesaria.
O me puedes decir que estas escrituras no aplican a este tiempo Alberto?
No la expresion de Pablo cuando dice lo siguiente: «Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria» 1 Corintios 9.15
Te sugiero que seas mas humilde que muchas oportunidades en las que uno puede mejorar en su vida vienen de resentimientos que uno los transforma en acciones productivas.
Luis trata de aconsejarnos que con sus palabras busquemos la verdad y actuemos con ella para evitar este tipo de acciones abusivas que muchas dizque dicen llamarse «iglesias» hacen en contra de sus «fans» y digo «fans» por que raramente una persona con un sentido correcto en la vida y de Elohim aprueba lo que ellos sugieren y no deja de analizar las escrituras tal como lo dice en 1 Tesalonicenses 5.21.